Archivan en México el caso de la muerte de la activista Digna Ochoa

  • Las autoridades judiciales mexicanas ordenaron archivar el caso de la muerte de la activista de derechos humanos Digna Ochoa, registrada el 19 de octubre de 2001, por tratarse de un suicidio, informaron hoy fuentes oficiales.

México, 15 sep.- Las autoridades judiciales mexicanas ordenaron archivar el caso de la muerte de la activista de derechos humanos Digna Ochoa, registrada el 19 de octubre de 2001, por tratarse de un suicidio, informaron hoy fuentes oficiales.

La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (Fiscalía local) señaló en un comunicado que una resolución judicial emitida el 9 de septiembre en el juicio de amparo promovido por los familiares de Ochoa "ordena archivar el expediente como asunto totalmente concluido".

El organismo precisó que en agosto pasado un juez determinó sobreseer y negar el amparo presentado en diciembre de 2010 por los deudos de la activista, luego de que la Fiscalía capitalina ratificó que Digna Ochoa se suicidó y no fue asesinada, por lo que decidió no ejercer acción penal en este caso.

Desde 2003 había llegado a esa conclusión, pero familiares de la abogada interpusieron una serie de recursos ante la Justicia al considerar que hubo fallas en las investigaciones, lo que llevó a ampliar las averiguaciones.

Según sus allegados y diversas organizaciones civiles, que creen que Ochoa fue asesinada, las conclusiones de la Procuraduría se basan en peritajes contradictorios y descalificaciones al trabajo de la activista.

El cadáver de la defensora de los derechos humanos fue hallado en su oficina de la capital mexicana con dos heridas de bala, lo que desató especulaciones de que se habría tratado de un homicidio.

Ochoa alcanzó notoriedad tras asumir la defensa de los campesinos ecologistas Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, quienes fueron encarcelados por protestar contra la tala ilegal de bosques llevada a cabo por jefes políticos en Guerrero (sur de México) y que Amnistía Internacional calificó como "presos de conciencia".

Meses después, Ochoa fue víctima de una agresión en su propia casa donde fue atada, vendada los ojos y torturada durante nueve horas.

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