Ashton pide a Birmania que proteja a la población de la violencia sectaria

  • La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, expresó hoy su preocupación por la violencia sectaria en áreas de la región central de Birmania, que ha causado 20 muertos y cerca de 8.000 desplazados, y urgió a las autoridades a proteger a la población civil e investigar las causas.

Bruselas, 23 mar.- La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, expresó hoy su preocupación por la violencia sectaria en áreas de la región central de Birmania, que ha causado 20 muertos y cerca de 8.000 desplazados, y urgió a las autoridades a proteger a la población civil e investigar las causas.

En un comunicado, la alta representante de la política exterior de la Unión Europea (UE) calificó la violencia de "alarmante" y alentó a todas las partes y particularmente a los líderes religiosos a hacer un llamamiento al fin de la violencia.

El presidente de Birmania, Thein Sein, declaró el viernes el estado de excepción en las localidades de Meiktila, Wandwin, Mahlaing y Thazi, pertenecientes a la división de Mandalay y situadas a un centenar de kilómetros de la capital, Naypyidaw.

Los disturbios estallaron el pasado miércoles en la ciudad de Meiktila, la segunda mayor de la región tras Mandalay, a raíz de una riña entre musulmanes propietarios de una tienda de venta de oro y unos clientes de religión budista, que horas después desató choques entre habitantes de los dos credos.

Hasta el momento habían sido incendiadas cinco mezquitas, una madrasa, un edificio gubernamental de oficinas, decenas de comercios y casas, así como numerosos vehículos.

El Gobierno que preside Thein Sein intentó controlar la situación con la imposición del toque de queda, pero los altercados continuaron el jueves y se extendieron a las otras tres localidades próximas.

Las autoridades temen que la violencia sectaria se propague por otras regiones de Birmania (Myanmar), país con 60 millones de habitantes de los que el 89 % son budistas, un 4 % musulmanes y el resto de otras religiones.

Estos disturbios de origen sectario surgen tras los ocurridos en junio y octubre del año pasado en el Estado birmano de Rakhine, colindante con Bangladesh, y que causaron la muerte de 163 personas y desplazaron a otras 100.000, de las que gran parte continúan albergadas en campamentos.

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