Así es el negocio que mueve 9.000 millones de euros al año: el mercado negro de arte

El modus operandi siempre es el mismo: entran en pequeñas parroquias aisladas o en yacimientos arqueológicos poco vigilados. Es el caso de Galicia, donde en el último año han aumentado alarmantemente el número de sustracciones y han llegado a matar al párroco para poder llevarse objetos de valor de las Iglesias.

No se trata, sin embargo, de un negocio de vulgares rateros: el mercado negro del arte mueve más de 9.000 millones de eurosanuales.¿Quién roba obras de arte?

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil distingue en este caso tres tipos de delincuentes:Ocasionales: Personas con cierta preparación profesional, que actúan aprovechando un descuido en museos, exposiciones, palacios, archivos, bibliotecas y librerías.Habituales: Suelen ser consumidores de droga, que comenten la sustracción con la finalidad de obtener dinero para financiar el consumo de drogas.Profesionales: Poseen conocimientos artísticos, seleccionan el objeto y forman grupos organizados con una figura de mando. Hay incluso especialización por el tipo de obra sustraída. Suelen burlar los sistemas de seguridad y cogen las piezas más valiosas. El exponente más claro del delincuente profesional es el especialista, que actúa en museos, exposiciones, galerías, mansiones y en cualquier lugar donde sabe que existe una valiosa obra de arte.¿Es fácil vender una obra de arte?

Normalmente, las obras de arte más famosas y valiosas se roban por encargo ya que en el mercado negro es más sencillo colocar objetos que, aunque valiosos, son menos conocidos.

Además, un gran número de hurtos se centran en objetos de plata de las iglesias cuyo destino es la fundición.

Cuando se produce un robo, de inmediato, se difunden imágenes a los 190 países que integran la Interpol.

El problema, comentan los expertos, son muchos anticuarios que "se tapan los ojos"y no indagan sobre la procedencia de un objeto cuando alguien va a venderlo. "No se acompañan las ventas con la documentación adecuada que deberían exigirse", explican.

Por otro lado, a pesar de que las salas de subastas disponen de unos sistemas de avisos a través de los cuales los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado notifican, ipso facto, las características de las obras de arte que son sustraídas, muchas de ellas no piden muchas explicaciones porque "detrás de esto hay un negocio lucrativo y el mercado de arqueología es ciertamente tentador porque está situado en unos precios al alza. Hay facturas falsas que tapan el comercio ilícito". Un ejemplo: la casa de subastas Christie's, en Londres, recibió una basa califal del yacimiento de Medina Azahara, de Córdoba, prácticamente sin documentación.

En este sentido, la Internacional Foundation of Art Research (IFAR), en 1991, creó el registro de obras de arte perdidas (Art Loss Register) que constituye la mayor base de datos de obras robadas. Dispone de más de 120.000 registros, y se actualiza cada mes con una media aproximada de 1.200 entradas.¿Dónde se pueden colocar estas piezas?

Antes de introducir en el mercado la pieza robada, los delincuentes la ocultan durante un tiempo, y después la venden en puntos alejados del lugar de sustracción.

La persona encargada de vender la pieza en el mercado no es el autor del robo, sino un especialista en arte que pueden obtener un precio más elevado por estas.

En Madrid, Barcelona y Valencia se concentra el comercio de compraventa más importante. Fuera de España, los países donde se detectan más obras de arte robadas en España son Reino Unido, Alemania, Bélgica, Holanda, Portugal, Italia y Estados Unidos.¿Por cuánto se vende?

Estos objetos alcanzan valores muy elevados en el mercado negro. Por ejemplo, una escultura de bronce romana puede llegar a pagarse por cinco o seis millones. Los cuadros famosos pueden llegar a superar los 20 o 30 millones de euros, más si la pieza es muy reconocida.¿Cómo se rescata una obra?

Resulta muy complicado restituir un objeto de arte robado que se haya encontrado en el extranjero en manos de un propietario si no puede probarse que lo robó.

A veces, la única manera de recuperar la obra es mediante una indemnización económica al tenedor de la pieza presuntivamente de buena fe.

Además, cuando las autoridades lo logran, normalmente van a parar a museos públicos.

Sin embargo, a veces sí se consigue. Un ejemplo de ello se ha producido esta semana cuandola Policía española ha devuelto a Ecuador 49 piezas precolombinas recuperadas en 2003 tras una investigación sobre blanqueo de capitales.