"El Bloque de Izquierda está disponible para hablar de una solución de gobierno, si el Partido Socialista acepta abandonar" algunos puntos de su programa, declaró su portavoz Catarina Martins, al término de un comité político de su partido.
El PS, que se mantiene como principal fuerza de la oposición, y el Bloque de Izquierda disponen respectivamente de 85 y 19 diputados, los mismos que la coalición de derecha (104). El parlamento cuenta con 230 escaños.
Pero, para presentarse como alternativa para el gobierno de derecha, la izquierda portuguesa debería en primer lugar superar sus divisiones históricas.
El líder de los socialistas, António Costa, advirtió el domingo que "el PS no contribuirá a una mayoría de bloqueo si no está en condiciones de proponer una alternativa creíble de gobierno".
Martins estimó, por su parte, que el Partido Socialista debía abandonar tres puntos de su programa: recortes en las jubilaciones, reducción de las cotizaciones sociales en los salarios y una medida que facilita los despidos.
El primer ministro saliente, Pedro Passos Coelho, líder de la coalición de derecha, dijo el domingo estar dispuesto a formar un nuevo gobierno y tendió la mano al Partido Socialista.
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