El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, renunciará este miércoles a su acta de diputado del Parlamento Europeo y continuará como ministro en el Gobierno de Pedro Sánchez. Según fuentes de Exteriores, Borrell, que se encuentra en Bruselas para participar en la reunión de la OTAN, tiene previsto acudir a la sede del Parlamento para hacer oficial su renuncia al escaño que había obtenido en las pasadas elecciones del 28 de abril.
La convocatoria de una rueda de prensa este mismo miércoles, posterior a la entrega de su acta, ha encendido las alarmas sobre su futuro próximo. Hay fuentes que apuntan a que su destino podría estar en la Comisión Europea y señalan a una vicepresidencia como un destino plausible para el catalán. Todo ello ocurre en plena vorágine negociadora, ya que el próximo domingo debe quedar completado el cuarteto del Gobierno europeo: presidente de la Comisión, del Parlamento, del Consejo y representante de Política Exterior.
Otras fuentes señalan que se trata de un órdago en toda regla del Gobierno español en plenas negociaciones para conformar dichos cuatro puestos representativos más importantes en la UE. El Ejecutivo de Sánchez lanza así la carta de Borrell para un puesto de responsabilidad intentando salvar los vetos cruzados que, esencialmente, enfrentan a Alemania y a Francia. O todo o nada.
El Gobierno en funciones completaría esta estrategia en Europa con la incorporación de la ministra de Economía, Nadia Calviño, a otro puesto de primer nivel en las instituciones comunitarias. Es la dupla negociadora de Sánchez.
El problema con el que se encontraría el presidente del Gobierno en funciones es que tendría dos bajas sensibles en su Consejo de Ministros. La solución que se maneja, según apuntan algunas fuentes, pasa por incorporar a Cristina Gallach a la cartera de Exteriores y a Jordi Sevilla a la de Economía.
Fuentes socialistas confirman que el Gobierno de Sánchez está ultimando la incorporación de Borrell, que fue el cabeza de lista socialista a las europeas, a un puesto de responsabilidad en la capital comunitaria. Aún no estaría atado, pero sí avanzado por los negociadores de Moncloa. Estas fuentes enmarcan su posible salida hacia Bruselas como un éxito de los socialistas en base a su mayor peso en la UE.
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