La primera ministra británica viaja a París para explicar su calendario del Brexit

La primera ministra británica Theresa May se reunirá este jueves con el presidente francés François Hollande en París, un día después de su paso por Berlín, en una gira europea para explicar a sus homólogos su calendario del Brexit.

Por su parte, François Hollande llegó el jueves por la mañana a Irlanda en el marco de un viaje destinado a "revitalizar" la Unión Europea sin el Reino Unido.

En Dublin Hollande se reunión con el primer ministro irlandés, Enda Kenny (centro-derecha) y el presidente Michael D. Higgins.

Hollande y Kenny conicidieron en que el Reino Unido debe notificar "lo más rápìdamente posible" su intención de salir de la Unión Europea.

Ambos dirigentes desean que "la intención del Reino Unido de retirarse de la Unión sea notificada lo más rápidamente posible, de manera que eso permita iniciar las negociaciones en forma ordenada", indicó un comunicado común difundido tras la reunión.

En la víspera, la canciler alemana, Angela Merkel, y Theresa May coincidieron en que el Reino Unido necesita tiempo para notificar su salida de la Unión Europea, una etapa que no tendrá lugar en 2016.

Se trata del primer encuentro entre Theresa May y François Hollande después de que la "tory" llegase al 10 de Downing Street, tras haberse entrevistado el miércoles con la canciller alemana, Angela Merkel.

Con Hollande, May analizará las consecuencias del voto de los británicos que el 23 de junio pasado decidieron salir de la Unión Europea.

Gran Bretaña no solicitará la salida de la UE "antes de que termine el año", anunció en Berlín May a Merkel, quien dijo estar dispuesta a esperar a que Londres tenga "una posición de negociación bien definida".

Londres sigue mandando en el calendario para activar el artículo 50 de los tratados europeos sobre las modalidades de salida de la UE. Una vez que se deposita la petición, las negociaciones deberían culminar en un plazo de dos años, lo que podría comportar que el Reino Unido quede fuera de la UE en 2019.

Por su parte, Francia pretende dejar claro a Bruselas que, si bien es aceptable otorgar "unos meses" a May para que notifique oficialmente la salida del Reino Unido de la Unión, no se debe permitir que el país goce de un "estatus especial" que pueda conllevar largas negociaciones.

"El Reino Unido no puede decir: 'esto me interesa en la relación con la UE y esto es lo que no quiero, así que vamos a intentar configurar un nuevo acuerdo', esto no es posible", declaró un diplomático. "Habrá que elegir entre las diferentes opciones existentes", por ejemplo, el modelo noruego -un país relativamente integrado- o el de Suiza, más al margen.

Los 27 parecen gozar de una posición de fuerza: la City de Londres necesitará un "pasaporte financiero" europeo para sus entidades si quiere seguir siendo la primera plaza financiera europea.

A pesar de que el Reino Unido en conjunto votó por la salida, Irlanda del Norte y Escocia votaron en contra, lo que despertó los fantasmas de la independencia escocesa e incluso el de la unificación de Irlanda.

El lunes, Edna Kenny evocó esta última hipótesis al considerar que podría celebrarse un referéndum si hubiera una "señal clara" de que una mayoría de los norirlandeses desea abandonar el Reino Unido. "Esto deberá tratarse en las negociaciones", dijo.

Hollande, Merkel y el jefe de gobierno italiano, Matteo Renzi, que hicieron un llamado el pasado 27 de junio para dar un "nuevo impulso" a Europa, se reunirán el 22 de agosto en Italia.

En este sentido, Francia quiere reforzar la cooperación europea en materia de seguridad y de defensa, así como promover una "armonización fiscal y social" en la UE.

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