Buscan pacto entre candidatos para respetar resultados de comicios mexicanos

  • Las autoridades electorales de México anunciaron hoy su intención de conseguir por parte de los partidos políticos un compromiso para respetar los resultados de los comicios del domingo y evitar la larga polémica que consumió al país tras las elecciones del 2006.

México, 25 jun.- Las autoridades electorales de México anunciaron hoy su intención de conseguir por parte de los partidos políticos un compromiso para respetar los resultados de los comicios del domingo y evitar la larga polémica que consumió al país tras las elecciones del 2006.

El anuncio fue hecho por el presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés, la figura de la que depende que México cierre este proceso electoral libre de polémicas y conflictos sobre el resultado de la votación.

Valdés dijo a los periodistas que el IFE está en contacto con los coordinadores de campaña y líderes partidistas para que los cuatro candidatos presidenciales acudan en los próximos días a la sede del instituto electoral para firmar un "pacto de civilidad".

En dicho convenio, los aspirantes se comprometerían a reconocer los resultados oficiales de las elecciones y se pronunciarían contra cualquier acto de violencia en el proceso electoral, particularmente el día de la votación.

"Nuestra idea es que en el curso de esta semana podamos hacer coincidir las agendas de los cuatro candidatos presidenciales, de los siete presidentes de los partidos políticos, para que vengan al IFE, y para que organizaciones de la sociedad civil atestigüen la firma del documento", expuso Valdés.

Con ese paso se quiere evitar el conflicto que surgió tras las elecciones presidenciales del 2006, en las que Felipe Calderón ganó por 0,56 puntos porcentuales sobre el aspirante izquierdista, Andrés Manuel López Obrador.

El candidato de la izquierda, que no reconoció el resultado oficial, sacó a la calle a sus partidarios, que bloquearon durante varias semanas puntos neurálgicos de esta capital para reclamar una victoria que nunca fue confirmada por las autoridades electorales.

A diferencia del 2006, cuando la elección estuvo más reñida, las encuestas previas a los comicios de este domingo indican que el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, cuenta con una cómoda diferencia de unos diez puntos porcentuales sobre su inmediato seguidor, López Obrador.

A la espera que se confirme la firma de ese documento, los candidatos presidenciales comenzaron a clausurar sus campañas electorales en varios lugares del interior del país, antes del gran cierre que se llevará a cabo el próximo miércoles.

Peña Nieto aprovechó para hacer un llamamiento a la unidad y evitar las divisiones que una contienda democrática no debiera generar.

"En esta competencia democrática hemos venido conociendo la propuesta de todos los candidatos y de sus partidos, y esto de ninguna manera puede llegar a dividirnos. Estamos en una competencia democrática; no somos enemigos, somos adversarios", sostuvo durante un mitin en Tuxtla Gutiérrez, sudoriental estado de Chiapas.

No obstante, lanzó algunas pullas al Gobierno del presidente Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN), e indirectamente a la candidata de esa agrupación, Josefina Vázquez Mota, al aludir a los principales motivos de crítica a la actual administración federal: la pobreza, la inseguridad y la falta de empleo.

"Lo único que ha crecido en los últimos cuatro años es el número de pobres: más de la mitad de los mexicanos viven en condición de pobreza, y en estos cuatro años se han sumado 12 millones más de mexicanos", afirmó Peña Nieto.

A su vez, Vázquez Mota apeló al apoyo de los jóvenes en un mitin en el también sudoriental estado de Yucatán, si bien reconoció que "apenas queda tiempo" para revertir la ventaja que Peña Nieto tiene en las encuestas preelectorales.

"Sé que han sufrido mucho este sexenio del PRI. Sé que ha habido deuda y frivolidad, que falta transparencia y rendición de cuentas (...). Ayúdenme con su voto a ser la primera mujer presidenta de México", manifestó en un mitin en el municipio de Tizimín.

En tanto, el coordinador de la campaña de Vázquez Mota, Roberto Gil, acusó al PRI de entregar fondos por más de 700 millones de pesos (50 millones de dólares) a través de tarjetas de débito a operadores de la campaña de Peña Nieto, en lo que calificó de "delincuencia electoral organizada".

"Esto implica que el PRI ha violado ya todos los topes de gastos", dijo Gil, y adelantó que su partido presentará la queja correspondiente ante el IFE.

En similar sentido se pronunció Andrés Manuel López Obrador, candidato de una coalición encabezada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien aseguró que el PRI "se ha dedicado a tirar la casa por la ventana" para tratar de comprar lealtades, conciencias y votos, con recursos públicos de los estados que gobierna.

En una conferencia de prensa en Ciudad de México, López Obrador declaró que el PRI "no repartiría despensas, materiales para la construcción, chivos, patos, pollos, cerdos y hasta dinero en efectivo entre los electores" si Peña estuviera seguro de ganar las elecciones.

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