Caamaño apela al diálogo de la izquierda para labrar una alternativa gallega

  • A Francisco Caamaño (Cee, 1963) se le presupone la cualidad del diálogo. Fue él quien negoció la última remesa de estatutos de autonomía y quien desencalló la huelga de jueces de 2008. Ahora, de vuelta en su tierra natal, Caamaño prepara "un proyecto de izquierdas para Galicia" y apela al diálogo para labrar una alternativa gallega.

Pablo L. Orosa

A Coruña, 21 sep.- A Francisco Caamaño (Cee, 1963) se le presupone la cualidad del diálogo. Fue él quien negoció la última remesa de estatutos de autonomía y quien desencalló la huelga de jueces de 2008. Ahora, de vuelta en su tierra natal, Caamaño prepara "un proyecto de izquierdas para Galicia" y apela al diálogo para labrar una alternativa gallega.

El adelanto electoral le ha obligado a replantear su hoja de ruta y apoyar a Pachi Vázquez como cabeza de lista de los socialistas.

"Yo tenía un proyecto para Galicia que sólo tenía sentido si era refrendado por la militancia. Puesto que no era posible que votasen los militantes, mi obligación como socialista y como persona leal es apoyar al secretario general", subraya en una entrevista con Efe.

Caamaño, catedrático de Derecho Constitucional, exletrado del Tribunal Constitucional y ministro de Justicia durante la última legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, sabe que la del próximo 21 de octubre es una cita vital para "Galicia y para España".

"Nos estamos jugando dar continuidad a las políticas de ajuste y de recortes de Rajoy-Feijóo".

En estos últimos años, apunta, Galicia ha sido el banco de pruebas de las políticas de ajuste del PP.

Al respecto ha recordado que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, "mandó a dos personas de su equipo a Madrid" tras las victoria electoral de Mariano Rajoy.

"La primera llegó al Ministerio de Sanidad y con ella llegó el copago. La segunda llegó a Hacienda y con ella se produce esa subida del IVA que nunca iba a ocurrir", ha apuntado.

Los comicios del próximo mes de octubre son también un momento clave en el futuro político de Caamaño.

Desde su responsabilidad actual como secretario general del PSdeG en A Coruña intenta renovar las ideas y la estructura interna del partido.

Sin embargo, el anticipo de los comicios impidió la celebración de un proceso de primarias al que tenía decidido presentarse.

Caamaño decidió entonces "en un ejercicio de responsabilidad" trabajar para que Pachi Vázquez llegue a la Xunta.

"Habrá otros momentos para las primarias", reconoce.

El escenario tras los comicios sólo ofrece dos posibilidades: victoria o renovación.

Si el PSdeG consigue vencer en las urnas, Caamaño estará satisfecho.

Su proyecto para Galicia habrá comenzado, con Pachi Vázquez como presidente. Al día siguiente empezará el "cambio de rumbo": impuesto sobre transacciones financieras, a los grandes patrimonios inmobiliarios, negociación con las grandes empresas para que -al estilo francés- incrementen sus aportaciones, supresión de la cuota de transporte eléctrico...

El objetivo, explica Caamaño, es lograr que empresas como Alcoa sean competitivas desde Galicia para generar empleo y prosperidad.

Sólo así, advierte, se podrá avanzar hacia un modelo de bienestar sostenible que incluya el cuidado de los mayores y de los dependientes.

En este giro a la izquierda, Caamaño abre la puerta a BNG y Alternativa Galega de Esquerda -que aglutina a Anova, la formación encabezada por Xosé Manuel Beiras y Esquerda Unida-, pero no a Sociedad Civil y Democracia (SCD) liderada por Mario Conde.

"Si las ideas de Feijóo son peligrosas para Galicia, las de Mario Conde serán letales para este país", asegura Caamaño.

El otro de los decorados postelectorales presenta al PP habiendo revalidado la mayoría absoluta.

Entonces, asegura Caamaño, continuarán las políticas neoliberales: privatizaciones y reducciones de lo público acompañadas de "bajada de pensiones, contención del gasto público y pérdida de derechos".

Un escenario que obligaría a buscar nuevas fórmulas para su "proyecto para Galicia". El congreso socialista de noviembre sería quizá el momento da dar un paso adelante.

"Cada cosa tiene su momento y su proceso", asegura. Ahora toca arribar el hombro para que la izquierda recupere el Gobierno. EFE

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