La policía desarticula a los estafadores inmobiliarios del 'clan de los Nicolic'

  • Los siete detenidos, asentados en España e Italia, simulaban ser empresarios y formaban parte de clan familiar donde los mayores enseñaban al resto.
Policía Nacional
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Agentes de la Policía Nacional han desarticulado el `clan de los Nicolic´, una organización criminal especializada en estafas millonarias aprovechando el auge del mercado inmobiliario, conocidas como `rip deal. Los siete detenidos, asentados en España e Italia, simulaban ser empresarios que se prestaban a pagar una mayor cuantía por un inmueble a cambio de que el vendedor les cambiase billetes de elevado valor por otros de cuantía inferior.

El intercambio se justificaba con la excusa de no poder introducirlos en el mercado por su alto valor. Lo billetes eran versiones facsímiles de alta fidelidad de reproducción, que resultaban casi idénticos a los originales. En el caso de que las víctimas reconocieran el engaño a tiempo, no dudaban en emplear la violencia para robar el botín.

Los detenidos formaban parte del conocido como `clan de los Nicolic´, grupo criminal basado en una estructura familiar donde existía un claro reparto de roles, ocupando los de mayor estatus los miembros con una edad más avanzada y que se encargaban de impartir a los nuevos la formación necesaria para realizar la actividad ilegal.

En España los arrestados contaban con varios inmuebles, entre los que se encuentra un edificio de tres plantas en Blanes (Girona) y dos lujosas viviendas en Castelldefls (Barcelona) valoradas en casi 2 millones de euros, una empresa sin actividad comercial real aparente y 12 vehículos de alta gama. En la operación se han intervenido 33.600 euros que portaban en el momento de la detención, 60.000 euros en joyas y 700.000 euros en billetes de 500 facsímiles. En la investigación ha colaborado la Guardia di Finanza de Italia.

Tras establecer un dispositivo vigilancia, los agentes se entrevistaron con las últimas víctimas, quienes les indicaron que habían acudido al lugar tras recibir una llamada interesándose por una propiedad que tenían anunciada a la venta por un importe de 2,4 millones euros. En la reunión, los detenidos les mostraron una bolsa repleta de billetes de 200 euros que contenía un total de 330.000 euros. Las víctimas debían cambiarlos por billetes de menor valor facial para poder realizar la venta.

Los agentes detuvieron detuvieron a los miembros del clan cuando ya se disponían a abandonar el lugar en dos vehículos. En su interior se intervino una maleta que contenía un total de 1.500.000 euros en billetes falsificados, de valor facial de 500 y 200, y diverso material para el empaquetado de papel-moneda.

La investigación comenzó en junio de 2017 cuando se tuvo conocimiento de la existencia de una organización de origen serbio especializada en la realización de estafas por el método del `rip deal´. Los agentes constataron que los investigados ya habían intentado una estafa de 300.000 euros aunque, tras ser descubiertos por la víctima, acabó en un robo violento de 150.000 euros. Después de realizar varias investigaciones se relacionó este delito con tres personas a quienes les constaban antecedentes por estafa, robo con violencia y falsedad documental.

Un modo de actuar similiar a la mafia italiana

Avanzadas las investigaciones se descubrió que, además del grupo asentado en España, existía un importante entramado en la italiana región de Lazio, donde el grupo posee una villa, sede de una empresa ficticia de metalurgia, utilizada para blanquear los fondos provenientes de sus ilícitos. Posteriormente, y gracias a la cooperación internacional, se averiguó que el grupo contaba con propiedades en Serbia y que también habían cometido delitos en Francia, Italia y Alemania.

Dentro de este grupo criminal de estructura familiar los puestos de mayor estatus eran ocupado por los miembros de edad más avanzada. En la parte superior de la pirámide se encontraba el patriarca de la familia, que controlaba la organización junto con su mujer, líder de la parte italiana. Los cabecillas se encargaban de blanquear los beneficios.

En el escalón inmediatamente inferior se encontraban los miembros de la segunda generación encargados de supervisar y cerrar las operaciones ficticias y conformar la estafa. Y en el último puesto los miembros más jóvenes, que eran los más activos y estaban encargados de facilitar la cobertura de seguridad y captar a las posibles víctimas.

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