Carlos de Hita, experto en sonido, desvela los sonidos de la naturaleza como forma de "ver sin ojos"

EUROPA PERSS

A través de la reproducción de muestras de sonidos de animales y elementos naturales como el agua, el viento, el fuego o la propia tierra, De Hita ha enseñado a diferenciar tales sonidos y como estos constituyen "la música de la naturaleza", supone una forma de "ver sin ojos".

Pese a que en al ambiente sonoro de la naturaleza predominan los insectos, el encargado de la parte sonora del largometraje documental 'Guadalquivir', ha focalizado la ponencia en las aves ibéricas pues "son las que tienen mejores capacidades musicales". De esta manera a través de este tipo de animales, De Hita ha enseñado a clasificar sus cantos en base a la potencia, la frecuencia, la cadencia o el timbre.

También ha tenido tiempo de romper falsos mitos como que el ruiseñor es la mejor ave cantora, ya que a pesar de que ésta tenga mayor puesta en escena, no es comparable al canto que tiene el mirlo, que cuenta con capacidad de improvisación y afinamiento armónico.

El hecho de interpretar los sonidos de la naturaleza es algo ancestral que se está perdiendo hoy día, dado que cuando el ser humano actual llega a un ambiente natural no le interesa en escuchar sino en ver, en contraposición de generaciones anteriores que "eran expertos en identificar sonidos, especialmente de noche que era la forma más efectiva de poder ver".

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