Carmona, la probable alternativa socialista

Tienen ante sí la mejor oportunidad en 25 años de recuperar el poder en la capital de España. El desgaste general del PP y en especial de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha dejado en bandeja al PSOE la posibilidad de colocar al frente del ayuntamiento a un socialista por tercera vez en democracia. Sin embargo, las disputas internas del partido y la ausencia de un liderazgo fuerte amenazan con frustrar esta opción.

Jaime Lissavetzky, actual portavoz de la formación en el consistorio, encabezó la lista en 2011 gracias al respaldo del entonces líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, y a la decisión de Tomás Gómez, secretario general del PSM, de no dar la batalla por presentar un candidato de su cuerda. De cara a los comicios de 2015, no está nada claro que Ferraz y los socialistas madrileños vayan a llegar a un acuerdo y es posible que deba abrirse un proceso de primarias para que la militancia elija. Recurso que ya se utilizó para elegir al cabeza de lista a las regionales y al líder del PSM. Gómez salió vencedor en ambos, derrotando a Trinidad Jiménez y a Pilar Sánchez Acera, alternativas del aparato.

Además de Lissavetzky, suena con fuerza el nombre de Antonio Miguel Carmona, diputado autonómico y miembro de la Ejecutiva del PSM. Doctor en Ciencias Económicas, Carmona es uno de los rostros más conocidos de la federación madrileña, al ser un habitual de las tertulias televisivas, y ya dejó claro su distanciamiento de Lissavetzky el año pasado, al pedir "una alternativa seria y candidatos nuevos" para tratar de desbancar al PP madrileño del poder. "Necesitamos que nos vuelvan a mirar como mayoría para evitar una atomización constante en beneficio de partidos" minoritarios, aseguró en una columna de opinión. Todo un dardo contra el portavoz socialista en el ayuntamiento, amigo personal de Rubalcaba, para dejar claro que esta vez no será tan fácil que el PSM trague con el candidato que elija Ferraz. Mucho menos después de los 15 concejales con que se quedaron en 2015, el peor registro del partido en democracia.

Carmona goza de un gran respaldo interno y su perfil centrista podría darle el plus definitivo para hacerse con el puesto. Lo que sí parece improbable es que el PSOE arriesgue con una alternativa exótica, como cuando eligió a la malagueña Trinidad Jiménez para enfrentarse a Gallardón. La decisión final dependerá seguramente de la situación en que quede la formación tras las primarias de otoño, en las que elegirá al candidato a La Moncloa. Es obvio que el vencedor querrá hacer valer su opinión para competir en una plaza tan importante, ya que está en juego la elección de quien puede pasar a los anales como el reconquistador de Madrid para el PSOE un cuarto de siglo después de la hegemonía que ostentaron Enrique Tierno Galván y Juan Barranco.