Casi la mitad de los egipcios se encuentran descontentos con la situación actual de su país


Siete meses después de la renuncia al poder de Hosni Mubarak, el 41% de la población egipcia continúa descontenta con la situación de su país. Así lo revela un estudio realizado por la empresa TNS, el primero tras las revueltas de enero de 2011.
Donde sí coinciden prácticamente todos los egipcios es en que la revolución era necesaria. El 90% de los encuestados considera que los hechos ocurridos a finales de enero son algo positivo para Egipto, aunque este optimismo se ve atenuado por la falta de confianza en los políticos actuales.
Tampoco existe una gran confianza en las instituciones. La mayor parte de los encuestados -en torno a un 68%- se encuentran insatisfechos con la labor de la Policía, y un 42% considera que los medios de comunicación no tienen ninguna credibilidad.
En este contexto, son una minoría los que creen que las aspiraciones de los revolucionarios se han visto cumplidas. Sólo un 11% cree que la sociedad resultante de la "Primavera Árabe" es una verdadera democracia. De hecho, el 34% de los encuestados que no desean votar en las próximas elecciones de septiembre, argumentan que es porque no confían en los resultados.
Según el director ejecutivo de TNS en España, Lluís Fatjó-Vilas, "para que el país se convierta en una verdadera democracia la gente necesita sentirse motivada a votar en las elecciones y formar parte del futuro de Egipto. El estudio realizado por TNS sugiere que todavía nos encontramos bastante lejos de este punto".
Sin embargo, Fatjó-Vilas valoró positivamente que se haya podido realizar esta encuesta. "El simple hecho de que los ciudadanos se muestren más dispuestos a hablar sobre política que antes de la revolución muestra lo lejos que ha llegado el país", subrayó.

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