Caso bárcenas. Rajoy elude hablar del extesorero pero promete combatir la corrupción "tan pronto como aparezca"

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, evitó este miércoles hablar del ex tesorero Luis Bárcenas ante la cúpula nacional del PP, aunque presumió de actuar contra los corruptos en cuanto hay "algo demostrado" y prometió ser contundente contra cualquier comportamiento indecente "tan pronto como aparezca".
Rajoy lanzó este mensaje en un discurso de casi una hora ante la Junta Directiva Nacional del Partido Popular, reunida por primera vez desde julio del año pasado para analizar la situación económica del país y los problemas internos que ha atravesado el partido en los últimos meses a raíz del caso Bárcenas.
Aseguró que su planteamiento contra la corrupción sigue siendo "el mismo" que cuando hace dos meses convocó una reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo Nacional y cuando anunció un paquete de medidas contra este tipo de delitos durante el Debate sobre el estado de la Nación en el Congreso de los Diputados.
"Toda corrupción es inaceptable, hay que perseguirla tan pronto como aparezca", adujo. Presumió de que el PP "ha actuado cuando ha habido algo demostrado" contra algún cargo de su partido y señaló que la investigación de los hechos "corresponde a la administración de justicia".
Rajoy se comprometió a colaborar con los jueces y a poner "todos los medios", incluido desde el propio Gobierno de España con medidas contra la corrupción. En este sentido, señalo que "por primera vez un gobierno ha presentado un paquete de medidas por la transparencia" para impedir este tipo de prácticas.
El presidente del Ejecutivo y del PP dijo sentirse "orgulloso" de sus compañeros y salió en defensa de la honorabilidad de los políticos, especialmente en un momento en el que se habla de España como "la nación más corrupta". Negó que el país se hunda por este problema y defendió que "sus instituciones están sanas".
Rajoy arremetió contra aquellos que intentan "sembrar la idea de que España es una país corrupto", ya que lo considera "profundamente injusto" y advirtió de que no quiere que ese tipo de comentarios conviertan a España en "un país inhabitable".