El PSOE de Castilla-La Mancha, que viene de ganar las elecciones generales del 28 de abril, ha logrado la victoria este 26 de mayo en las elecciones autonómicas y podría haber llegado al objetivo de ser el partido más votado en la región y gobernar en solitario con una mayoría holgada: con el 97,14% escrutado, lograría 19 diputados, dos por encima de la mayoría absoluta. Emiliano García-Page, actual presidente de Castilla-La Mancha, llegó al gobierno en 2015 gracias al apoyo de los 2 escaños de Podemos, que junto a los 15 de los socialistas les permitieron formar Gobierno frente a los 16 diputados del Partido Popular.
Los populares llegaban a la cita autonómica habiendo perdido más de 200.000 votos en las generales y estrenando líder, Paco Núñez, que se puso al frente del partido en octubre de 2018 tras la marcha de María Dolores de Cospedal. Sin embargo, el cambio de liderazgo no ha tenido el efecto deseado y, finalmente, el PP se ha quedado con 10 escaños.
Por su parte, Ciudadanos no ha logrado cambiar las tornas en el parlamento autonómico y se ha quedado con 4 escaños. Podemos, el socio necesario para el PSOE en Castilla-La Mancha, perdería con este escrutinio los dos diputados que le dan las proyecciones, por lo que Page no necesitaría apoyos formar Gobierno.
Se preveía que Vox también irrumpiese en la cámara autonómica, donde ha tenido un diputado durante buena parte del recuento, aunque finalmente lo ha perdido a última hora a favor de Ciudadanos.
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