Este fin de semana

Desalojadas cerca de 3.000 personas en Barcelona por saltarse las restricciones

La Guardia Urbana ha achacado sus intervenciones al consumo de alcohol en espacios públicos en el primer fin de semana bajo el cierre de bares y restaurantes en toda Cataluña.

La Guardia Urbana controla que no se formen aglomeraciones en Barcelona.
Desalojadas cerca de 3.000 personas en Barcelona por saltarse las restricciones
GUARDIA URBANA

Suma y sigue en la lista de infracciones a las nuevas medidas en Cataluña. La Guardia Urbana de Barcelona ha desalojado a 2.876 personas de la vía pública y ha interpuesto 647 denuncias por consumo de alcohol en espacios públicos en el primer fin de semana de nuevas restricciones para contener el coronavirus, como el cierre de bares y restaurantes.

En rueda de prensa este martes, el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, y el intendente mayor de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, han detallado que en este periodo 6.911 personas han sido advertidas por no llevar mascarilla o hacer un mal uso de ella -de las cuales 336 acabaron en denuncia- y han denunciado a cinco locales por incumplir las restricciones sanitarias del Covid.

La Urbana ha adaptado su servicio para garantizar el cumplimiento de las restricciones, y desde el pasado 15 de octubre ha continuado priorizando la vigilancia y ha reforzado un 6% el control de los espacios públicos.

De este modo, han reforzado el servicio nocturno, han establecido un dispositivo específico para el control de fiestas ilegales y consumo compartido de bebidas alcohólicas y monitorizan las redes sociales para detectar fiestas ilegales.

Más de 40.000 advertencias por no llevar mascarilla en la calle

En un solo mes, del 1 de septiembre al 18 de octubre, se han desalojado 28.822 personas de la vía pública por incumplir las restricciones sanitarias, han interpuesto 3.772 denuncias por consumo de alcohol en espacios públicos y 41.995 personas han sido advertidas por no llevar mascarilla o hacer un mal uso de ella, de las cuales acabaron en 1.512 denuncias.

El teniente de alcalde ha transmitido su preocupación sobre "la relajación de la ciudadanía" desde que finalizó el estado de alarma y ha constatado una situación muy complicada económicamente y socialmente que se tiene que revertir.

Batlle ha avisado de que "se tiene que actuar con firmeza y sancionar las actitudes que no son tolerables" porque la situación es preocupante y ha apelado a la responsabilidad de la ciudadanía.

La Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra "han creado grupos de orden que obligan a reportar diariamente las actuaciones que se realizan por parte de los dos cuerpos y así, juntamente con el Conselleria de Interior y el Procicat, evaluar cómo se hacen las actuaciones para poder aplicar o no nuevas medidas".

Por su parte, el intendente mayor de la Guardia Urbana ha manifestado que su responsabilidad "es velar por el cumplimiento estricto" de las instrucciones que reciben desde el Procicat y el Govern y comparte la preocupación por la relajación de la ciudadanía respecto el Covid.

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