"Es echar más leña al fuego"

Policías de Madrid: "Nos envían a casa de los infectados... a pecho descubierto"

Los agentes municipales denuncian que el Ayuntamiento los ha cargado con una labor que propia de los rastreadores y asegura que faltan manos para la segunda ola.

Un Policía Municipal de Madrid
Policías de Madrid: "Nos mandan a casa de los infectados... a pecho descubierto"
Oscar J. Barroso / AFP7 / Europa

Los agentes madrileños no dan abasto. La segunda ola ha puesto al límite a las patrullas de la capital, que este jueves recibieron una nueva orden: garantizar que los cuarentenados permanecen en sus casas. Con más de 17.500 casos en la última semana, la Policía Municipal ve "inabarcable" el reciente encargo de las autoridades madrileñas. "Faltar" es el verbo. "Faltan efectivos, faltan instrucciones, faltan equipos de protección... y nos faltan horas". Jaime Johnson, secretario general del sindicato UPM, advierte que los policías llevan un mes cargando con una función más propia de Salud Pública: "Nos encargaron localizar a los positivos que no respondían a los rastreadores. Puerta por puerta, tras una simple mascarilla quirúrgica... es como enviarnos a las casas de los infectados a pecho descubierto".

La Orden 1262/2020 de la Consejería de Sanidad de Madrid, se publicó este jueves en el Boletín Oficial de la región. Ante la transmisión descontrolada que vive la capital, el departamento de Enrique Ruiz Escudero definió nuevas medidas "para asegurar el control del cumplimiento de las obligaciones de aislamiento o cuarentena". El texto recogía las nuevas tareas de los agentes municipales, pero las patrullas no recibieron instrucciones precisas sobre cómo se llevarían a cabo. Con o sin protocolo, el texto hizo sonar las alarmas de las comisarías.

ORDEN 1262/2020, de 30 de septiembre, de la Consejería de Sanidad
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Madrid dio el primer golpe sobre la mesa del Consejo Interterritorial de Salud, donde se debatía la intervención del Ministerio de Sanidad que, a priori, solo afectaría a diez municipios madrileños. Horas después, el BOCM reconocía "la necesidad de adoptar medidas de contención más específicas de actuación (...) relacionadas con el control del cumplimiento de las obligaciones de aislamiento o cuarentena que se establezcan". El texto subrayaba la urgencia de estrechar el cerco sobre los infractores, "más si cabe en la actual situación epidemiológica". A renglón seguido, la CAM lanzaba un globo sonda a los agentes.

"Resulta necesario reforzar la colaboración con los Ayuntamientos, a través de su policía local, como medio para garantizar la correcta notificación de resultados y el control del cumplimiento de la indicación de aislamiento". Es decir, en aquellos casos donde no se precise hospitalización, las autoridades sanitarias compartirán con los policías la información de los nuevos casos -y sus contactos estrechos-. En manos de los agentes, quedará el estrechar el cerco sobre estos 'focos' de contagio. Las patrullas están en vilo. Hasta que la Jefatura del Cuerpo no traslade a las comisarias cómo se armará el operativo, todo está en el aire. 

"Llamamos a la puerta sin protección... ¿Qué pasa cuando un infectado nos escupe o golpea?

Johnson denuncia la opacidad tras el "brindis al sol" de las autoridades madrileñas. "Cuando no hay un protocolo detrás, estos anuncios alimentan la incertidumbre en las comisarias". No es la primera vez que ocurre. "El 31 de agosto se nos encomendó seguir la pista de aquellos ciudadanos con PCR positiva que no respondiesen a la llamada de Salud Pública". Desde entonces, a las funciones del Cuerpo se sumó el rastreo. "No han sido intervenciones  puntuales", insiste el agente, "Esto es echar más leña al fuego". 

En apenas un mes, ampliar la capacidad de la capital para cercar al virus se ha convertido en una tarea más de la jornada. La falta de equipos se convierte en un verdadero problema cuando quien recibe esta visita de 'cortesía' es alguien que no quiere ser encontrado. "Normalmente, estas personas son hostiles y no es raro que reaccionen de forma violenta. Mientras que, por ejemplo, los efectivos del SAMUR acuden a los accidentes bajo un EPI por precaución, nosotros llegamos al umbral de los positivos con una mascarilla quirúrgica... ¿qué pasa cuando uno de ellos nos agrede o nos escupe?"

Más de 3.000 contagiados por policía

La cuestión no son los EPIs, sino las lagunas logísticas. Si se acotan los casos registrados en la CAM en los últimos catorce días -los mismos que dura una cuarentena-, la región ha acumulado 46.371 positivos, contando desde ayer. La cifra que reflejan las tablas del Ministerio de Sanidad solo incluyen los contagiados con PCR positiva... pero estos no son los únicos que deben guardar aislamiento: también la cuarentena de los contactos exige vigilancia. El secretario de Organización del sindicato Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM), Jesús Perales, traslada a este medio que la Policía Municipal de la capital aglutina a cerca de 6.000 efectivos. Los agentes que patrullan en los municipios madrileños no llegan a los 8.000.

Las cuentas no salen. "Las comisarías tienen ahora menos agentes que hace diez años", denuncia Perales, que trabaja en Leganés, "En nuestra área hemos pasado de 225 policías a 170 en una década". Como ha ocurrido en el ámbito sanitario, la pandemia ha aflorado el desgaste crónico de los servicios públicos que sufre el territorio madrileño. "A esto hay que sumar los compañeros de baja por Covid y otras causas". El resultado de la división cae como un jarro de agua fría: solo con los casos oficiales, a cada agente madrileño le corresponderían más de 3.000 afectados. 

A falta de más detalles, sigue en el aire si los policías tendrán que acudir puerta por puerta o si el seguimiento será aleatorio y a pie de calle. La última opción tampoco convence. "No podemos confirmar nada porque no sabemos más, pero hacer este control a pie de calle tampoco tiene sentido", opina Perales. Lo que sí queda claro en el documento de la CAM es la carga de trabajo que conlleva la medida. La última orden detalla que, en colaboración con la autoridad sanitaria, las Entidades Locales a través de la policía municipal o local procederán a la "comunicación individualizada" de la obligación de guardar cuarentena "a cada una de las personas a las que se exija su cumplimiento". Puerta por puerta o teléfono por teléfono, la misión se anticipa inabarcable para unos agentes que, además, cargan con la presión de un horizonte de confinamientos.

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