Madrid, 9 jun.- CCOO y UGT consideran que es normal que se produzcan tensiones de liquidez en la Seguridad Social para afrontar las pensiones y las pagas extraordinarias en los próximos meses, pero coinciden en que, pese al aumento de desempleados y el descenso de cotizantes, el sistema goza de buena salud.
El secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, durante su comparecencia en la Comisión del Pacto de Toledo, afirmó el martes pasado que se pueden producir desajustes financieros durante los próximos meses, pero precisó que serán coyunturales y que no había que confundirlo con la viabilidad del sistema.
Por ello, no descartó la posibilidad de usar el fondo de reserva (la denominada hucha de las pensiones) si eventualmente se produjese un desfase de tesorería que hiciera conveniente y oportuna su aplicación.
En este sentido, los secretarios confederales de Seguridad Social de CCOO, Carlos Bravo, y de Política Social de UGT, Carmen López, en declaraciones a Efe, han señalado que evidentemente hay menos ingresos, menos afiliación y más paro, aunque pese a las "tensiones de tesorería" hay reservas para atenderlas.
Esas tensiones se producen porque los ingresos de la Seguridad Social no van al mismo ritmo que los pagos, lo que puede producir desfases en determinados meses.
"Lo que está ocurriendo es absolutamente normal y previsible" ha señalado Bravo, para quien lo que no resulta "razonable" es que el Gobierno haya presentado para este año un escenario de equilibrio presupuestario para la Seguridad Social cuando "sabe" que no se va a producir.
CCOO estima que el déficit del sistema estará en torno a un 0,6 % del PIB, unos seis mil o siete mil millones de euros, en consonancia con la actual situación.
Para Carmen López, Burgos no debería lanzar mensajes así sin tener datos "rigurosos" y ha subrayado que los problemas no están en la Seguridad Social ni en el fondo de reserva, sino en la reforma laboral, que está destruyendo empleo de forma masiva y si continúa haciéndolo el sistema "se resentirá".
Suponiendo que no hubiera dinero, ha indicado López, la Seguridad Social debería dejar de pagar los complementos a mínimos, que suponen 3.900 millones de euros, o replantear los aplazamientos de cuotas a la Seguridad Social para aquellas empresas que tienen problemas económicos.
Ambos consideran que hay reservas suficientes para atender esos desajustes, y subrayan el hecho de que el fondo de reserva haya alcanzado en mayo los 67.948 millones de euros, un 1,7 % más que al cierre de 2011, cifra que equivale al 6,33 % del PIB.
Además, aseguran que antes que al fondo de reserva, el Gobierno echará mano del Fondo de Prevención y Rehabilitación, donde hay 4.600 millones de euros.
Bravo no cree que el fondo de reserva se utilice en julio porque, ha hecho cuentas: hay 5.200 de superávit en mayo, lo que se paga cada mes son 4.700 millones, y en julio, con la paga, habrá que abonar 14.800 millones, es decir faltan "algo más de dos mil millones, sin contar la recaudación de ese mes".
Por tanto, considera normal que se recurra al fondo de prevención "y sólo parcialmente".
A juicio de Carmen López las inversiones que se han hecho al fondo de reserva, incluso durante la crisis, ha tenido resultados positivos hasta llegar a ese 6,33 % del PIB, que es "una buena hucha".
No obstante, ha manifestado que si es verdad que hay alarma o falta de dinero lo primero que debe hacer Burgos es convocar una mesa de seguimiento y abordar el problema.
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