Inés Guzmán
Caracas, 18 abr.- El chavismo y la oposición de Venezuela enfrentan renovados desafíos en su lucha por encontrar una salida política a la crisis generada tras los estrechos resultados de las elecciones presidenciales, dijeron analistas.
Si la crisis no se resuelve con rapidez, las estrategias de ambos bandos podrían sufrir un proceso de desgaste, advirtieron los analistas consultados por Efe.
Por el lado del chavismo, la estrategia de culpar a la oposición por la violencia generada en las protestas resultó exitosa en una primera etapa, pero podría encontrar su piedra de tope en el estado de la economía, dijo el analista Oscar Schemel, director de la encuestadora Hinterlaces.
"La estrategia de Maduro ha sido hasta ahora controlar la crisis política resignificándola. Esto es acusando a la oposición de querer desestabilizar", dijo a Schemel a Efe.
Maduro ha responsabilizado a su rival, Henrique Capriles, de las ocho muertes registradas en incidentes generados durante las protestas para pedir el recuento de los votos y ha denunciado que detrás de ese pedido se esconde un intento "golpista".
Sin embargo, esta disputa podría distraer a Maduro de temas importantes de su gestión, como una economía que muestra señales aceleradas de deterioro.
"El problema de Maduro es la gestión, sobre todo la economía, debe dar certezas en ese frente", dijo Schemel, señalando que las críticas de los electores a su manejo de la economía fueron las responsables de su caída en las encuestas en el último tramo de la campaña.
Maduro, que gobierna el país en forma interina desde la muerte de Hugo Chávez el 5 de marzo, enfrenta además el desafío de mantener unido al chavismo, que ya no cuenta con su máximo líder, recordó Schemel.
Al mismo tiempo, la oposición ha visto reducidas sus opciones y a ojos de algunos analistas corre riesgo de perder adhesión popular con el correr de los días.
El chavismo ha aumentado la presión para que la oposición deponga su reclamo de recuento de votos y cese en sus protestas, amenazando incluso con encarcelar a Capriles y prohibiendo la palabra en el Parlamento a los diputados que no reconozcan a Maduro.
La oposición debió suspender además sus planes para marchar ante el temor a que se generen hechos de violencia, con lo que perdió un pilar clave para presionar al Gobierno.
El analista político Luis Vicente León ve riesgo de que los tiempos políticos de la oposición comiencen a agotarse, pero considera que se debe persistir con el reclamo.
"Siempre se corre el riesgo de reducir la motivación de la población, pero la oposición está ejerciendo un derecho legal al pedir la auditoría", dijo León a Efe.
Para la analista Carmen Beatriz Fernández, directora de la consultora Dataestrategia, el principal desafío de la oposición es mantener vivo su reclamo entre la opinión pública, luego de que Capriles obtuviera 7.302.648 votos el domingo, apenas 273.000 votos menos que Maduro.
"La opción de la oposición es la presión en la opinión pública, la oposición ha ganado una batalla ahí y es donde debe actuar para que se escuchen sus reclamos", dijo a Efe.
La salida a la crisis está ahora en las manos del Consejo Nacional Electoral, cuya presidenta prometió responder con "la celeridad posible" el pedido de recuento de votos presentado formalmente el miércoles por la oposición.
El CNE declaró ganador a Maduro con el 50,78 % de los votos, pero Capriles, que obtuvo el 48,95 %, desconoce el resultado y pidió una auditoría del proceso.
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