Chinchilla afronta último año con baja popularidad pese a logros económicos

  • Laura Chinchilla empieza su último año como presidenta de Costa Rica con cifras económicas y sociales positivas pero con la opinión pública en contra, a tal punto que el ministro de Comunicación, Francisco Chacón, pidió detener el "bullying" (acoso) contra la mandataria.

Nancy De Lemos

San José, 11 may.- Laura Chinchilla empieza su último año como presidenta de Costa Rica con cifras económicas y sociales positivas pero con la opinión pública en contra, a tal punto que el ministro de Comunicación, Francisco Chacón, pidió detener el "bullying" (acoso) contra la mandataria.

La primera mujer presidenta de Costa Rica empezó esta semana el último de sus cuatro años de gobierno con su popularidad en números rojos y en medio de ácidas críticas de los más variados sectores sociales, políticos y empresariales por su gestión.

Los ataques son tan numerosos que el ministro Chacón publicó en su cuenta de Twitter, "ya basta del 'bullying' contra la presidenta", mientras que su colega Roberto Gallardo, ministro de Planificación, aseguró que hay un claro componente machista en las críticas a la mandataria.

El descontento de los costarricenses con su presidenta parece ignorar los resultados positivos del país en materia económica y social, pese a que el Gobierno se ha esforzado por darlos a conocer.

Por ejemplo, el año pasado la economía del país centroamericano creció un 5 %, cifra superior al promedio de la última década.

En el caso del turismo, una de las principales actividades de Costa Rica, en 2012 se incrementó un 7 % y las exportaciones de bienes y servicios un 10 %, con lo que casi se alcanza la meta de 17.000 millones de dólares propuesta para 2014.

La inversión extranjera crece y sectores productivos como la construcción han superado finalmente la contracción sufrida desde 2008 a causa de la crisis económica internacional.

"Hemos logrado que crezcan la producción, el empleo, las exportaciones y la inversión extranjera, y hemos mantenido la inflación en niveles muy bajos", resaltó Chinchilla el 1 de mayo, día en que cada presidente costarricense rinde su informe de labores ante el Congreso.

En el campo de la seguridad, eje de la campaña electoral que llevó a Chinchilla al poder el 8 de mayo de 2010, los resultados son también positivos: entre los años 2011 y 2012 la tasa de homicidios bajó el 17%.

Además, según datos del Poder Judicial, entre 2011 y 2012 los robos de vehículos bajaron un 15 % y los asaltos a viviendas un 10,6 %.

Pero nada de esto parece convencer a los habitantes del país considerado como el "más feliz del mundo" de que su Gobierno realiza un buen trabajo. De acuerdo con la última encuesta de Unimer, dada a conocer en marzo, el 87 % de los costarricenses califican de mala o regular la labor de Chinchilla.

Otra encuesta de la Universidad de Costa Rica publicada esta semana señaló que la corrupción es el mayor problema del país para el 20 % de los habitantes, seguida por la inseguridad (18 %).

Los comentarios despectivos hacia la presidenta en las redes sociales y las burlas en la red son el pan de cada día en Costa Rica, donde los ciudadanos hasta crearon una página en internet llamada "laurasefue.com" que muestra un reloj en cuenta regresiva al 8 de mayo de 2014, cuando Chinchilla entregue el poder.

El Gobierno de Chinchilla pasará además a la historia, según el informe del Estado de la Nación, como la administración que ha enfrentado más protestas en la calle con los reclamos más variados.

El Ejecutivo ha reconocido no entender por qué existe este divorcio entre la ciudadanía y su presidenta pese a que el país no atraviesa una crisis económica.

Chacón ha señalado que algunos asuntos delicados han pasado una factura cara a la imagen de la mandataria, como su impulso a una reforma fiscal y los escándalos de corrupción en relación a la construcción de una vía en la frontera con Nicaragua.

El caso más reciente que puso a Chinchilla como blanco de la crítica fue la concesión de una de las principales carreteras del país a una firma brasileña, pese a la mayoritaria oposición popular. Al final debió ceder a la presión y anunciar que anularía el contrato.

A pesar de tener números tan disímiles en cuanto a resultados y popularidad, Chinchilla aseguró esta semana en una entrevista exclusiva con el local Canal 7 que su único interés es "que el país salga bien en los indicadores".

"Si yo no salgo bien eso es algo secundario", puntualizó.

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