Chipre desafía a la Iglesia en su primera marcha del orgullo gay

  • Varios centenares de personas participaron hoy en la primera marcha del orgullo gay que se celebra en Chipre desde que se despenalizó la homosexualidad en 1998 y desafiaron así al posicionamiento radical de la Iglesia de este país, que considera esta orientación sexual "una enfermedad".

Nicosia, 31 may.- Varios centenares de personas participaron hoy en la primera marcha del orgullo gay que se celebra en Chipre desde que se despenalizó la homosexualidad en 1998 y desafiaron así al posicionamiento radical de la Iglesia de este país, que considera esta orientación sexual "una enfermedad".

La marcha, realizada en un ambiente de alegría, música y eslóganes, partió desde la Plaza de la Libertad, el corazón de Nicosia, y acabó ante la sede del Parlamento.

"Estoy emocionado de ver una manifestación así también en Chipre", comentó a Efe Yannis Prokopiu, de 39 años, quien no obstante lamentó que no tuviera una concurrencia multitudinaria como en otros países europeos.

"Estuvimos en otras marchas de orgullo en Europa y en América, pero verlo en tu propio país es otra cosa", dijo por su parte Jaris, de 37 años.

"Soy gay y eso está bien", "Mismo amor-mismos derechos", "Anormal es quien no ama a nadie", fueron algunas de las frases que se podían leer en las pancartas, en las que no faltaron críticas a la Iglesia, a la que algunos calificaron de "hipócrita".

En la marcha participaron varios colectivos sociales que con su presencia quisieron expresar su apoyo a los derechos de los homosexuales de Chipre, el último país de la Unión Europea en despenalizar la homosexualidad.

Sólo en 1998 las relaciones homosexuales, masculinas y femeninas, fueron despenalizadas, pero hasta hoy siguen estando prohibidas las uniones civiles entre personas del mismo sexo, sobre todo por la resistencia de la Iglesia ortodoxa de Chipre.

En un comunicado difundido pocos días antes de la marcha, la Iglesia calificó la homosexualidad de "enfermedad" y una "decadencia".

Pese a que la Iglesia ortodoxa tiene una gran influencia sobre los ciudadanos en Chipre y en Grecia, tan solo unas 50 personas se sumaron hoy a la contramarcha organizada por el movimiento cristiano ortodoxo PAJOK.

"Manifestamos nuestra máxima indignación por este evento", "La homosexualidad es un pecado castigable" o "Sumirse a las pasiones indecentes llevará a nuestro Chipre a una esclavitud insoportable", fueron algunos de las frases coreadas durante esta contramarcha.

Hasta 1998, las relaciones sexuales entre hombres podían ser castigadas con penas de cárcel de hasta cinco años, mientras que para las mujeres no había un marco legal.

"Evidentemente la homosexualidad femenina no existe según los legisladores chipriotas", ironizaron en su pagina en internet los organizadores de la manifestación.

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