Choques armados en la franja tribal de Pakistán dejan un centenar de muertos

  • Un centenar de insurgentes ha muerto durante la última semana en las zonas tribales de Orakzai y Khyber, en el noroeste de Pakistán, en combates entre grupos rivales a los que se ha sumado en las últimas horas el Ejército.

Pau Miranda

Islamabad, 30 ene.- Un centenar de insurgentes ha muerto durante la última semana en las zonas tribales de Orakzai y Khyber, en el noroeste de Pakistán, en combates entre grupos rivales a los que se ha sumado en las últimas horas el Ejército.

Una operación aérea del Ejército paquistaní acabó la noche del lunes al martes con la vida de al menos una veintena de supuestos insurgentes en la zona tribal de Orakzai, según dijo hoy a Efe un miembro de la Policía de esa zona.

El bombardeo, confirmado por el Ejército, tuvo lugar en el área de Mamozai "y en él murieron alrededor de veinte presuntos militantes" (denominación que suelen dar las autoridades locales a los insurgentes), afirmó el agente policial.

Fuentes oficiales citadas por medios locales matizaron que la operación aérea se vio reforzada por fuego de artillería y que se extendió a la vecina región de Khyber; en total el número de muertos entre la insurgencia superó la treintena, según esas fuentes.

El operativo de las Fuerzas Armadas llega cuando tres grupos insurgentes llevan casi una semana combatiendo encarnizadamente por el control del valle de Tirah, un estratégico enclave de Khyber por el que hace años pelean las fuerzas de seguridad y grupos armados.

El valle se encuentra a unos 90 kilómetros al oeste de Mamozai.

"En los últimos cinco o seis días ha habido al menos 70 muertos en los choques entre los talibanes del TTP, Ansar-ul Islam (AI) y Lashkar-e Islam (LI)", precisó desde la cercana ciudad de Pesháwar un funcionario del organismo de coordinación de las áreas tribales.

"Tirah es un valle que ofrece muchas ventajas estratégicas y por eso hay tanta pugna por su control", afirmó a Efe el analista originario de las áreas tribales Mansur Jan Masud.

Para Masud el principal atractivo del valle es que sirve de acceso tanto a Afganistán como a áreas tribales vecinas, entre ellas Waziristán del Sur y del Norte, que albergan importantes bastiones desde los que la insurgencia opera a ambos lados de la frontera.

"Además, es una zona fácilmente defendible de ataques externos", añadió el analista, quien argumentó que la luchas entre los tres grupos integristas es "esencialmente política y por intereses militares, no de índole tribal".

Fuentes del Ejército desvelaron a Efe que uno de los ejes de esa contienda es el rechazo de algunos grupos a la llegada a Khyber y Orakzai de combatientes de otras áreas, algo que en cambio sí promueve el mayor de los grupos talibanes, el TTP.

El operativo desplegado en las últimas 48 horas se ha dirigido, según los medios locales, contra posiciones de dos de los grupos en liza, AI y el TTP.

"Ansar-ul Islam (AU) tiene una postura más cercana a las autoridades y quiere evitar que sus dos grupos rivales tomen control de la zona. AU atacó recientemente a efectivos del TTP y eso desencadenó la batalla de estos días", dijo Masud.

El valle de Tirah vio la entrada de tropas paquistaníes por primera vez en su historia hace solo una década y es desde hace años el epicentro de la lucha por el control del estratégico triángulo formado por las zonas de Orakzai, Khyber y Kurram.

El Ejército lanzó una importante ofensiva a finales de 2011 y ha proclamado en diversas ocasiones que la zona está 'limpia' de insurgentes, pero los grupos integristas demuestran una y otra vez que siguen operativos en la región.

La población civil de la zona ha sufrido en gran medida los choques armados, que el año pasado generaron una marea de refugiados próxima al medio millón de personas, según varias organizaciones humanitarias.

Además, algunos operativos de las fuerzas de seguridad también han dejado episodios de borrosa legalidad como el que desató fuertes protestas hace dos semanas después de que aparecieran 18 cadáveres acribillados a balazos en Bara, una localidad de Khyber.

Según los familiares de los fallecidos, que se manifestaron en la localidad de Pesháwar llevando consigo los cuerpos sin vida, esas muertes fueron fruto de una acción policial contra la insurgencia, algo desmentido por las fuerzas de seguridad.

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