Farhad Jabar, un adolescente de 15 años de origen kurdoiraquí pero nacido en Irán, murió el viernes en un tiroteo con varios policías, después de haber matado al agente administrativo Curtis Cheng, de 58 años, cerca de Sídney.
Aunque los investigadores aún deben establecer los motivos del ataque, el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, indicó un día después que parecía tratarse "de un acto de terrorismo".
"Cinco personas han sido detenidas en relación a la muerte a tiros de Curtis Cheng", dijo la policía en un comunicado después de las primeras redadas de la mañana.
Los cinco hombres, de edades comprendidas entre los 16 y 24 años, "han sido detenidos y serán llevados a varias comisarías para ser interrogados", añadió.
Los arrestos llegan un día después de que un estudiante del mismo instituto que Jabar fuera detenido por publicar supuestamente varios mensajes en las redes sociales. También fue acusado de agredir a la policía y de resistencia a la autoridad durante su detención el martes.
Las autoridades australianas están preocupadas por eventuales ataques de "lobos solitarios" inspirados por grupos yihadistas como Estado Islámico (EI). Para ello, Canberra ha tomado importantes medidas contra los australianos que intenten viajar a la zonas en conflicto en Siria e Irak.
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