CiU da por rotas sus negociaciones con el Govern sobre un pacto anticrisis

Barcelona.- CiU ha dado por rotas sus negociaciones con el gobierno de la Generalitat para acordar un paquete de medidas contra la crisis económica, después de constatar la "nula capacidad de diálogo" de un tripartito al que ve muy preocupado por el papel "protagonista" que podía tener la oposición en un eventual pacto.

Se esfuma así la posibilidad de pacto económico entre el Govern y el principal grupo de la oposición, que han venido negociando desde la cumbre del 12 de marzo sobre la crisis, celebrada en el Palau de la Generalitat con la participación de los máximos representantes políticos y de los agentes económicos y sociales de Cataluña.

En las últimas semanas, negociadores del Departamento de Economía y de CiU han celebrado tres reuniones para explorar las opciones de acuerdo, hasta que finalmente hoy han constatado su fracaso.

Inicialmente el Govern aspiraba a consensuar un gran pacto contra la crisis basado en siete ejes genéricos: mejorar la financiación de las pymes, fomentar la demanda interna e internacionalización de las empresas, apoyar la transformación del sector de la construcción y la racionalización energética, empleo, red de protección social, estimular la actividad empresarial y simplificar la administración.

Ya de entrada, CiU vio imposible suscribir un acuerdo tan general y propuso concentrar los esfuerzos en acordar un paquete de medidas prioritarias, referidas al primer punto: cómo ayudar desde la Generalitat a una mejor liquidez de las pymes catalanas.

Pero ni tan sólo en este ámbito han sido capaces de encontrar un denominador común, al negarse el Govern a firmar un paquete con un total de doce medidas, y el negociador de CiU, Antoni Fernández Teixidó, ha decidido dar por rotas las conversaciones, según ha explicado hoy en rueda de prensa en el Parlament.

Tras su tercera reunión bilateral en un mes con el secretario de Economía de la Generalitat, Andreu Morillas, Fernández Teixidó ha acusado al Govern de estar dispuesto a acordar solamente "tres o cuatro" medidas en favor de la capitalización de las pymes, en vez de la docena de iniciativas sobre las que se venía negociando.

Al entender que un pacto gobierno-oposición basado en únicamente tres o cuatro propuestas sectoriales sería "hacer un papelón" ante la sociedad catalana, Fernández Teixidó ha decidido levantarse de la mesa negociadora y dar por terminadas las conversaciones.

Entre las propuestas que estaban encima de la mesa figuraban, por ejemplo, una nueva línea acordada entre el ICF y el ICO, de 200 millones de euros, para la compra o renovación de activos fijos y adquisición de empresas; un incremento de capital del ICF, hasta 1.212 millones de euros; así como la creación, a través del ICF, de un nuevo instrumento de capital-riesgo, dotado de un fondo de entre 200 y 300 millones de euros, ha señalado Fernández Teixidó.

El estrecho margen para el acuerdo que según Fernández Teixidó ha ofrecido el Govern se explica por su "mezquino y miserable" temor a que fuese CiU la que "rentabilizase" el pacto sobre la ayuda a las pymes y a que los agentes sociales no viesen con buenos ojos un acuerdo restringido sólo a este ámbito.

Para Fernández Teixidó éste es un "argumento falaz y pernicioso", ya que no habría "ni un solo sindicato en contra de dotar de más dinero al ICF y al ICO" para ayudar a las empresas catalanas.

Tras reconocer su "profunda decepción" por el desenlace final de las negociaciones, Fernández Teixidó ha invitado al gobierno de la Generalitat a llevar sus propias iniciativas al Parlament, para que sean discutidas y aprobadas allí, sin dejar pasar más tiempo.

Por su parte, el portavoz adjunto de CiU en el Parlament Josep Maria Pelegrí ha contrapuesto la actitud del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que aceptó muchas de las medidas anticrisis que le planteó CiU para incluirlas en el llamado "Pacto de Zurbano", con la negativa del Govern a hacer suyas algunas ideas de la oposición.

Según Pelegrí, la "inacción" del Govern frente a la crisis se debe a su "dependencia absoluta" del PSOE: "No hacemos nada porque el Estado nos tiene que decir qué debemos hacer", ha denunciado.