Ciudadanos chinos atrapados en Birmania en choque entre rebeldes y Ejército

  • El Gobierno chino trata de dar asistencia a un grupo de un centenar de sus ciudadanos que han quedado atrapados en el norte de Birmania en un estallido de violencia entre insurgentes y las tropas del Ejército birmano.

Pekín, 19 ene.- El Gobierno chino trata de dar asistencia a un grupo de un centenar de sus ciudadanos que han quedado atrapados en el norte de Birmania en un estallido de violencia entre insurgentes y las tropas del Ejército birmano.

Pekín ha pedido al Ejecutivo de Birmania (Myanmar) que proteja la seguridad de sus locales atrapados en el estado norteño de Kachin y se ha tomado "muy en serio" las preocupaciones de China, dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Hong Lei en rueda de prensa.

De momento, los diplomáticos chinos están proporcionando asistencia a los atrapados, confirmo el portavoz, quien precisó que están tratando de recopilar más información de lo ocurrido.

El centenar de chinos es parte de un grupo de 2.000 personas atrapados en el estado de Kachin, limítrofe con el sureste de China y conocido por el creciente comercio ilegal de jade, donde los militares llevan años luchando contra la guerrilla rebelde de la etnia de los Kachin, informa el diario oficial Global Times.

El grupo está compuesto por comerciantes de jade, mineros y leñadores, según el rotativo, que cita a una fuente de inteligencia anónima que asegura que los atrapados tienen limitados recursos de agua y comida, y que están desprovistos de ayuda médica.

Hasta el domingo, varios grupos de rebeldes y el Ejército del país llevaban hasta 72 horas de enfrentamientos, precisa el diario chino, y asegura que oficiales de grupos armados le han confirmado que dejarán ir a los chinos a casa "si las circunstancias lo permiten".

El diario incide en que la presencia militar se ha incrementado recientemente en la frontera china de cara a luchar contra el tráfico transfronterizo ilícito.

La guerrilla kachin cuenta en sus filas con entre 7.500 y 8.000 combatientes y controla áreas del extremo norte del país en las que obtiene financiación mediante el cobro de impuestos al intercambio comercial fronterizo.

En mayo de 2013, el Gobierno y este grupo rebelde formado por una de las siete minorías étnicas que habitan en Birmania -y que representan más del 30 por ciento de los 53 millones de habitantes del país- llegaron a un preacuerdo de alto el fuego tras cerca de dos años de hostilidades, y estaba previsto que a mediados de febrero firmaran un pacto definitivo.

No obstante, la violencia ha vuelto a resurgir en el país, que, después de casi medio siglo de regímenes militares, atraviesa una etapa de reformas encaminadas hacia la paz y democracia desde que la última junta se disolvió y entregó el poder a un gobierno civil afín formado, en su mayoría, por exgenerales del anterior régimen.

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