Sevilla, 11 may.- El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 13 años y cuatro meses de cárcel impuesta a un hombre que intentó asesinar a su hermana, agredió a su cuñado y lesionó a otra persona cuando una comisión judicial pretendía desalojarlo del piso que ocupaba sin autorización.
Un auto del Tribunal Supremo, al que ha tenido acceso Efe, no admite a trámite el recurso del acusado Carlos Fernando V.P. y dice que está demostrado el intento de matar y además varios testigos como los abogados, la procuradora, los funcionarios judiciales y el cerrajero lo vieron abalanzarse sobre su hermana en lo que primero creyeron que era un puñetazo.
El Supremo confirma la sentencia de la Audiencia de Sevilla, que condenó al acusado, de 60 años, a 13 años de cárcel por un delito de asesinato en tentativa, cuatro meses y medio por un delito de lesiones y 12 días de localización por una falta de lesiones.
Los hechos ocurrieron sobre las 11:00 horas del 30 de marzo de 2011 en San Juan de Aznalfarache (Sevilla), cuando una comisión judicial, acompañada de abogados, procuradores, cerrajeros y los solicitantes del desahucio acudieron al piso ocupado por el acusado.
A la llegada de la comisión judicial, el procesado tenía dispuestas junto a la puerta de entrada de la vivienda unas bolsas con sus efectos, pero pidió que estuvieran presentes su hermana y su cuñado, solicitantes del desahucio, "pues en caso contrario, se encerraría en la casa y no saldría".
Como quiera que en esos momentos salían del ascensor la hermana del procesado y su marido, el acusado les dijo "ahí tenéis vuestro piso", y "de manera totalmente insospechada y sorpresiva" apuñaló a su hermana María José con un cuchillo de cocina de trece centímetros de hoja, muy afilado, que llevaba escondido.
El acusado alcanzó a su hermana en el abdomen, la aprisionó contra la pared para hacer presión y no cejó en su empeño hasta que fue agarrado por Victor M.A., por su cuñado Manuel G.R. y por un funcionario judicial, quienes forcejearon con él hasta que consiguieron tirarlo al suelo y reducirlo.
Aun así, mientras duró el forcejeo el acusado "lanzaba cuchilladas a un lado y a otro" y logró alcanzar a Víctor M.A. en el pecho, y a Manuel G.R. en las piernas, por lo que serán indemnizados con 1.576 y 1.829 euros.
Por su parte, la hermana será indemnizada con 36.990 euros por los 17 días que permaneció hospitalizada y los 90 días que tardó en curar la puñalada que recibió en el hígado.
El Supremo establece que la sentencia de la audiencia sevillana no vulneró el derecho a la presunción de inocencia del acusado y dice que valoró correctamente su intención de matar, pues "conocía que una puñalada en el abdomen de la víctima, empleando un cuchillo de 13 centímetros, genera un riesgo evidente de causar la muerte".
Además, todos los testigos presentes coincidieron en que el acusado se abalanzó sobre la víctima, pensaron que era un puñetazo y "luego se quedó enganchado al cuerpo de su hermana, arrinconándola contra la pared" y "les costó mucho separarlo de ella".
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