Cornelia Prüfer-Storcks, la senadora que parece no entender un pepino

  • Ni siquiera 18 años de experiencia en el mundo de la comunicación consiguieron que fuera más precavida. Señaló a los pepinos españoles cuando las investigaciones sobre el brote de 'E. coli' en Alemania no habían hecho más que empezar. Ahora que está demostrado que se equivocó al apuntar a España sigue defendiendo su actuación.

Hamburgo afirma que los pepinos españoles no son la fuente de "E. coli"
Hamburgo afirma que los pepinos españoles no son la fuente de "E. coli"

Se supone que es una persona experimentada en comunicación: fue redactora de un periódico durante once años en su juventud. Después ejerció de portavoz del ministerio regional (consejería) de igualdad de Renania del Norte-Westfalia dos años ante el Parlamento de dicho estado. Y acto seguido se convirtió en la jefa de prensa del mismo ministerio federal, cargo que ostentó durante cinco años hasta que dio el salto definitivo a la política.

En total, 18 años dedicados directamente al mundo de la comunicación. Eso sin contar que desde 1998 ha estado dedicada no sólo a temas de familia e igualdad, sino también a asuntos sanitarios. Cornelia Prüfer-Storcks incluso fue miembro de la junta directiva en Hamburgo de la caja de la seguridad social (así están organizadas en Alemania) más importante del país antes de convertirse en senadora de Hamburgo el 23 de marzo de este mismo año.

A pesar de toda esta experiencia, en cuestión de poco más de dos meses como máxima responsable de Sanidad de la ciudad-estado ha provocado una polémica diplomática con graves consecuencias en la economía de los agricultores españoles.

El jueves 26 de mayo apuntó a los pepinos españoles como responsables de las primeras muertes en Alemania de infectados por la bacteria E. coli. La investigación del laboratorio encargado de descubrir el origen de ese brote que ya ha matado a 16 personas aún estaba comenzando.

Cuando cinco días después, los test confirmaron que los pepinos españoles no eran culpables, Prüfer-Storcks no tuvo más remedio que desdecirse. Aún así el ministerio de Agricultura alemán defiende que la senadora no se precipitó al lanzar la alarma. Y ella misma también: insiste en que la advertencia no fue precipitada y que actuó correctamente.

El 8 de mayo la senadora de los socialdemócratas del SPD había celebrado su 55 cumpleaños. Entonces todavía podía celebrarlo tranquila. Ahora, tiene que concentrarse en encontrar la verdadera causa del brote de E. coli que sufre Alemania.

Toca investigar, entre otras cosas, el transporte de las hortalizas y su paso por el puerto comercial más importante de Europa, el de la ciudad-estado que corresponde a su administración: Hamburgo.

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