El Cairo, 26 sep.- El Tribunal Penal de El Cairo dictará mañana, sábado, el fallo contra el expresidente egipcio Hosni Mubarak y varios altos cargos de seguridad, entre ellos el exministro del Interior Habib al Adli, en el conocido como "juicio del siglo".
Tras 55 sesiones, se espera que la corte emita una sentencia por la supuesta implicación de Mubarak y los demás acusados en la muerte de manifestantes durante la revolución de 2011 que terminó derrocándolo.
El exmandatario también está siendo juzgado al mismo tiempo junto a sus dos hijos Alaa y Gamal, y al empresario fugado Husein Salem por cargos de corrupción y enriquecimiento ilícito por la exportación de crudo a Israel a precios supuestamente inferiores a los del mercado.
Según la agencia estatal de noticias egipcia, Mena, la policía aumentó la vigilancia en los alrededores de la casa del juez que lleva este caso, Mahmud al Rashidi.
Esta medida forma parte de un plan de seguridad puesto en marcha por el Ministerio egipcio del Interior, que establecerá un fuerte despliegue para impedir posibles manifestaciones en El Cairo.
El abogado de la acusación Farid Qadri denunció a Efe distintas violaciones de la ley en la investigación y explicó que el tribunal solo ha permitido que acudan a la sesión mañana dos abogados por parte de las víctimas, pese a que "deberían estar los de todos los afectados".
A su juicio, es más que probable que Mubarak y los demás procesados sean absueltos por la matanza de manifestantes y quizás son condenados a pocos años de cárcel por un caso de ganancias ilegales.
Ante esa posibilidad, la acusación pretende recurrir en los sesenta días que tiene de plazo, para que luego el Tribunal de Apelación se pronuncie con un fallo definitivo.
El nuevo juicio a Mubarak comenzó el 13 de abril de 2013, después de que en enero de ese año una corte anulara la condena a cadena perpetua impuesta al expresidente y a Al Adli por irregularidades, y resolviese repetir el juicio.
El pasado 13 de agosto, Mubarak pudo hablar ante el juez por primera vez desde que fuera arrestado y defendió el legado de sus tres décadas de mandato.
En la que dijo que sería su última alocución a los egipcios, reiteró su inocencia ante el tribunal que lo juzga.
A sus 86 años, Mubarak cumple condena por un caso de corrupción en el hospital militar de Maadi, en El Cairo, adonde fue trasladado por su precario estado de salud desde la cercana prisión de Tora.
Concretamente, fue condenado en mayo pasado a tres años de cárcel por apropiación indebida de fondos públicos, en un caso relacionado con el presupuesto de los palacios presidenciales y en el que sus hijos Alaa y Gamal recibieron penas de cuatro años por los mismos cargos.
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