El crimen de Alboraia: el cocinero que mató a la camarera de la eterna sonrisa

  • Una joven de 29 años habría sido acuchillada por su pareja, un hombre de 49 años que al llegar la policía murió tras precipitarse por el balcón
Crimen de Alboraia
Crimen de Alboraia
EFE

Algo sucedió en la vivienda de Beatriz H.A. y Viorel P. en Alboraia la noche del pasado domingo. Los vecinos escucharon una discusión pero ninguno se explica el trágico final que convertiría a esta joven de 29 años conocida en la localidad valenciana por su "sonrisa eterna" en la víctima número 1.000 de violencia de género desde que hay estadísticas en España. Su pareja de hecho, un cocinero al que conoció en el bar de su madre tenía 59 años cuando, al escuchar a la policía entrar en el domicilio que compartían ambos desde hace cuatro años, decidió precipitarse por el balcón. Antes intentó quitarse la vida. 

La historia de Beatriz y Viorel se remonta a cuando la madre de ella regentaba un bar. Ahí se conocieron. Ella era camarera y el entró de cocinero. Empezaron a ser pareja. El entorno pudo propiciarlo. Se trataba del bar en el que todos los clientes se sentían como en casa. "Era muy familiar", aseguran quienes lo conocieron. De la joven víctima son muchos los que coinciden en asegurar que se trataba de una persona muy querida en la localidad por su "sonrisa perenne, dulce, adorable, maravillosa". Así habla de ella Mauricio, el dueño de otro restaurante de Port Saplaya que hoy, día festivo en la zona pero que al final se ha suspendido (La Festa Dels Peixets), se ha acercado para realizar unas gestiones y se ha encontrado con el cordón policial alrededor de su puerta principal. Enfrente estaba el cuerpo del presunto homicida, de nacionalidad rumana, ya sin vida. Los servicios de emergencia intentaron reanimarle, pero poco pudieron hacer por su vida. La gravedad de las lesiones le provocaron la muerte en pocos minutos.

De la joven, según fuentes cercanas a la investigación, se conoce que falleció tras varias puñaladas que le habrían quitado la vida con rapidez. Según los primeros informes, cuando su cuerpo fue encontrado llevaba ya sin vida unas ocho horas. La noticia se conoció cuando su jefa se preocupó al ver que no acudía  a trabajar. Llamó a su madre, Teresa, y juntas alertaron a la policía. Cuando los agentes llegaron al domicilio que ambos compartían desde hace al menos cuatro años comprobaron que no les abrían la puerta. Cuando lograron acceder al domicilio vieron la escena. Él tenía varios cortes en las muñecas, signo de que habría intentado quitarse la vida, e incluso una puñalada en el pecho. Había pasado allí toda la noche. Cuando llegaron los agentes, y tras deambular, se tiró por el balcón. La joven yacía ya muerta. 

Mauricio, en declaraciones a La Información, ha asegurado que nadie se imaginaba algo así. No había denuncias anteriores por malos tratos. "Algo se le ha tenido que pasar por la cabeza", relata. Del cocinero confiesa que en la cocina "tenía su genio", pero es habitual para estar al frente de los fogones. Eso sí, "cuando decía que no cocinaba más se iba y si había comensales los dejaba sin comer". Relata que el posible homicida habría dejado de forma temporal el oficio por problemas de salud. Después regresó pero tuvo que volver a ausentarse "para cuidarse".  

La trágica noticia llega después de que este fin de semana otra mujer hubiera muerto a manos de su parejas. La indignación y sorpresa que viven hoy los vecinos de Alboraia lo sintieron hace menos de 24 horas los de Ayamonte (Huelva). Aunque las autoridades locales y regionales han dado por válida la hipótesis policial de que son crímenes machistas, es la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género la institución encargada de confirmar cada caso, algo que no es automático, lleva su tiempo hasta que los investigadores tienen todas las certezas de que se trata de un asesinato de género.

De incluirse en estas estadísticas oficiales, las mujeres de Valencia y Huelva situarían en 25 las víctimas mortales de la violencia machista en lo que va de 2019. Además, continúa en investigación el caso de la paraguaya Romina Celeste, asesinada en Lanzarote a principios de año.

En Ayamonte este domingo otro matrimonio fue hallado muerto en su domicilio. La pareja hallada muerta, de nacionalidad cubana y que deja un huérfano de cuatro años, estaba en trámites de separación. La mujer tenía 45 años y él, 53. En lo que va de año, son 15 los menores que han quedado huérfanos por la violencia machista, 245 desde 2013, cuando comenzaron a registrase en las estadísticas. Y otro dato dramático: en 2019 ha sido asesinado un menor, el niño alemán asesinado por su padre en Canarias en otro crimen que dejó a la sociedad sin respiración.

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