"Cuatrecasas nació hace cien años en Cataluña y morirá en Cataluña". Estas palabras pronunciadas hace apenas unos días, con el 'conflicto catalán' ya en plena ebullición, por un socio de larga trayectoria en el despacho barcelonés del prestigioso bufete de abogados, ilustran la firme defensa de la catalanidad de Cuatrecasas por parte de un segmento no pequeño de la cúpula de la firma ante la presión ambiental e interna para desplazar el que ha sido su domicilio social por 100 años.
El pleito en este caso también tiene su contraparte, y está precisamente en Madrid. Desde el ala madrileña del despacho, que presume de tener un peso cada vez mayor en la facturación total de Cuatrecasas, no esconden su temor al impacto que la situación de inestabilidad política, económica y social en Cataluña pueda acarrear sobre el negocio de la firma.
La tensión interna es inevitable y surge cada vez que el tema se debate entre los profesionales del despacho. Durante la reciente celebración del centenario del despacho, el pasado mes de junio, el director de la oficina de Madrid, Fernando Bernad, hizo un claro alegato en defensa de la plaza de Madrid como base de futuro para la firma, en presencia del ministro de Justicia, Rafael Catalá, que aludió en se momento al valor supremo de la seguridad jurídica, algo fundamental en la práctica del derecho de los negocios. Frente a ello, en el seno de la entidad en la nueva sede central de Barcelona se destaca en todo momento el origen y el gran peso que en la facturación de la empresa (270 millones de euros al año) tiene la oficina de la Ciudad Condal.
La nueva sede de Barelona se inauguró a bombo y platillo este año, en pleno centenario de la firma, y recibió incluso la visita de los Reyes de España, acompañados de Carles Puigdemont y de algunos de los principales ministros del Gabinete de Rajoy. A pesar de su catalanidad declarada y de ser uno de los despachos más importantes de España y, sin duda, el principal de Cataluña, desde el despacho se advierte que no se cuenta con una gran carga de trabajo por parte de la Generalitat o de las administraciones autonómicas.
Consejo de administración este jueves
Con estos antecedentes y en un contexto marcado por la posibilidad de que el Govern de Carles Puigdemont concrete en las próximas horas la Declaración Unilateral de Independencia, Cuatrecasas celebra este jueves su Consejo de Administración con un orden del día en el que no figura debate alguno sobre un eventual cambio de sede social, según han confirmado fuentes del despacho.
"Tenemos un Comité de Contingencia - que ya existía antes de la crisis catalana, matizan desde Cuatrecasas- que monitoriza la situación de Cataluña día a día y analiza las posibles implicaciones que puede tener para la firma. De momento, puedo asegurar que no se ha tomado ninguna decisión sobre un cambio de domicilio. Si en el futuro se produjera, ya lo daríamos a conocer", señalan desde el bufete.
En lo que se refiere a esta última fase del conflicto catalán, la que se enmarca entre la aprobación por parte del Parlament de las llamadas leyes de desconexión y la situación actual, lo más parecido a una posición institucional fue lo que trasladó el presidente ejecutivo de Cuatrecasas, Rafael Fontana, en esta tribuna en El País. En ella, Fontana abogaba por el acuerdo, la transacción y la composición de posiciones enfrentadas como salida al conflicto, pero siempre en el marco de la legalidad vigente. Su filosofía se resumía en esta frase: "Las normas jurídicas no son inamovibles, pero su modificación es incompatible con su infracción".
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