Cuatro sospechosos comparecen ante la justicia húngara por drama de migrantes en Austria

Las fuerzas de seguridad austriacas y húngaras lanzaron una operación conjunta tras encontrar el vehículo, y Budapest detuvo el viernes a tres búlgaros -el propietario del camión, de origen libanés, y dos chóferes- y a un afgano.

Los detenidos podrían ser "los pequeños ejecutores (...) de una banda búlgaro-húngara de tráfico de seres humanos", según el portavoz de la policía austriaca, Hans Peter Doskozil.

Una audiencia está prevista a última hora de la mañana en un tribunal de Kecskemet, situada a medio camino entre Budapest y la frontera serbia, para decidir si los cuatro hombres serán puestos en prisión preventiva. Austria ya anunció que intentará obtener su extradición.

La policía austriaca indicó el viernes que los 71 migrantes -59 hombres, ocho mujeres y cuatro niños- eran "probablemente" refugiados sirios.

Las autoridades todavía desconocen el momento y las causas de su muerte, pero dijeron que podrían haber fallecido por asfixia.

Según el diario austriaco Oesterreich, las víctimas estaban encerradas en 15 m2, sin ninguna ventilación, y podrían haber fallecido en apenas una hora.

"Hago un llamado a todos los gobiernos implicados para que den respuestas globales, desarrollen canales legales y seguros de migración y actúen con humanidad, compasión y respeto por sus obligaciones internacionales", declaró este sábado el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que dijo estar "horrorizado" por la "tragedia humana" de Austria.

"Hay que hacer mucho más" para resolver la crisis migratoria en el Mediterráneo y en Europa, afirmó Ban, que anunció una reunión sobre esta cuestión al margen de la Asamblea General de la ONU, a finales de septiembre.

El canciller austriaco, Werner Fayman, habló por teléfono con el presidente francés, François Hollande, y ambos dirigentes se mostraron determinados "a luchar con firmeza" contra las redes de traficantes de seres humanos, según un comunicado de la presidencia francesa.

También abogaron por aplicar sin demora las decisiones tomadas por el Consejo Europeo, entre ellas la apertura de los "centros de acogida necesarios en Italia y en Grecia" y el reparto "equitativo" de los demandantes de asilo entre los países de la Unión Europea.

Suiza, Alemania e Italia lanzarán en septiembre una unidad de intervención conjunta para detectar y desmantelar las redes de traficantes que traen a los migrantes a Europa, indicaron las autoridades suizas.

El macabro hallazgo de Austria es uno de los últimos episodios de la crisis migratoria en la que miles de personas murieron en los últimos meses, en ocasiones familias enteras que huían de la guerra o de la miseria y que pusieron sus esperanzas en manos de unos traficantes sin escrúpulos.

El jueves, un barco, que transportaba a unos 400 migrantes desde África hasta Italia, naufragó frente a las costas de Libia, dejando 111 muertos y decenas de desaparecidos, según un último balance de la Media Luna Roja, que indicó haber rescatado a 198 personas.

Un superviviente del naufragio, el paquistaní Shefaz Hamza, de 17 años, pasó nueve horas aferrado a un trozo de madera, a la espera de los socorristas. Su madre y su hermana pequeña se ahogaron ante sus ojos.

Acurrucado junto a su hermano en una comisaría próxima a la localidad libia de Zuara, Hamza explicó a la AFP cómo la embarcación comenzó a naufragar una hora y media después de zarpar y antes de desintegrarse.

"Vi a mi hermano alejar a un hombre de una patada porque intentaba quitarle su chaleco salvavidas. Respecto a mi hermana pequeña, la última vez que la vi, una persona intentaba agarrarse a sus hombros, empujándola hacia abajo, antes que desapareciera bajo el agua", declaró.

Más de 300.000 migrantes cruzaron el Mediterráneo desde enero, y más de 2.500 personas murieron en sus aguas, según el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados (Acnur).

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