Castro respaldó a los dos gobernantes de izquierda, que encaran además serios problemas económicos, en un mensaje con motivo del cierre del período legislativo.
El líder cubano se solidarizó con Rousseff en la "batalla" que libra para evitar su eventual destitución en un juicio político en marcha.
"En Brasil la oligarquía tampoco escatima esfuerzos para intentar derrocar a la presidenta Dilma Rousseff, mediante un golpe parlamentario. Llegue a ella y al hermano pueblo brasileño, nuestra solidaridad y apoyo en la batalla que se libra en defensa de los avances sociales y políticos" del Partido de los Trabajadores, señaló Castro.
La mandataria, una exguerrillera de 68 años, es acusada por la oposición de maniobras fiscales indebidas, lo que ella niega al tiempo que tilda de intento de "golpe" el procedimiento político en su contra.
Castro también respaldó a Nicolás Maduro, el mayor aliado político y económico de Cuba, tras la reciente derrota en las urnas que le arrebató al oficialismo chavista el control del parlamento.
"Al reiterar la solidaridad de Cuba (...), llamamos a la movilización internacional en defensa de la soberanía e independencia de Venezuela y para que cesen los actos de injerencia en sus asuntos internos", enfatizó.
Por primera vez en 16 años, la oposición venezolana tomará el control del legislativo a partir del 5 de enero.
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