Cunillera (PSC) pide no minimizar el ataque al acto de la Diada en Madrid

  • La secretaria tercera de la Mesa del Congreso, Teresa Cunillera, que ayer fue víctima del ataque al acto de la Diada en Madrid, ha advertido de que la agresión no fue una anécdota sino "un síntoma, un toque de atención" que pone de manifiesto que "la bestia está simplemente callada pero no muerta".

Madrid, 12 sep.- La secretaria tercera de la Mesa del Congreso, Teresa Cunillera, que ayer fue víctima del ataque al acto de la Diada en Madrid, ha advertido de que la agresión no fue una anécdota sino "un síntoma, un toque de atención" que pone de manifiesto que "la bestia está simplemente callada pero no muerta".

Se equivocarán, ha dicho, quienes quieran minimizar la agresión de ayer en la sede del Gobierno catalán en Madrid, en el centro cultural Blanquerna, porque si esta "gente violenta" se ve comprendida "se van a crecer y estaremos perdidos".

Cunillera vivió ayer esta situación de manera "muy angustiosa" porque había gente mayor, niños y personas que podían tener problemas respiratorios y a ella misma, al inhalar los gases lacrimógenos que lanzaron los agresores, le produjo un dolor "tremendo" en el pecho.

Aparte de la violencia física, que afectó también al diputado de CiU Josep Sánchez Llibre, que fue zarandeado, lanzar gases en un lugar cerrado, ha señalado Cunillera, "dice mucho de la crueldad de esas personas".

Ha recordado que ayer en Cataluña, "con tantísima gente en la calle" para reclamar el derecho a decidir sobre su futuro, no se produjo ni un sólo incidente y aunque lo ocurrido en Madrid -ha insistido- ha sido un hecho aislado tiene que tener una reacción de todos los demócratas, "piensen lo que piensen".

Muchos catalanes, ha afirmado, están poniendo de manifiesto que Cataluña "tiene un problema de encaje con España" y como el resto del país no lo entienda, ha avisado, el problema no solo lo tiene Cataluña, sino que lo tiene el conjunto del Estado.

El Gobierno "no puede desatender ese grito" porque además hay también muchos catalanes que quieren convivir con el resto de España "de una manera distinta" y, por tanto, ha subrayado que si el Ejecutivo atiende "mal" la responsabilidad "tremenda" que todo esto supone, "puede tener consecuencias que nadie quiere".

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