De "Casa Labra" al Renacimiento

  • Cuando Pablo Iglesias fundó el PSOE en 1879 en "Casa Labra", un céntrico bar madrileño, no pensó que sus seguidores tendrían que intentar resucitar el partido 133 años después. Y, para ello, nada mejor que un lugar llamado "Renacimiento".

Eva Santos

Madrid, 29 ene.- Cuando Pablo Iglesias fundó el PSOE en 1879 en "Casa Labra", un céntrico bar madrileño, no pensó que sus seguidores tendrían que intentar resucitar el partido 133 años después. Y, para ello, nada mejor que un lugar llamado "Renacimiento".

Los socialistas aplicarán el desfibrilador para ese renacimiento en un hotel de Sevilla del mismo nombre, del 3 al 5 de febrero, en su 38 congreso federal, en el que tienen que elegir al sustituto de José Luis Rodríguez Zapatero al frente de un partido que se encuentra en sus horas más bajas de la historia democrática.

El PSOE celebró su primer cónclave en el siglo XIX, en concreto en 1888, en Barcelona, en el marco de la defensa de los derechos de los trabajadores, que desembocó en la constitución de la organización sindical, la Unión General de los Trabajadores (UGT).

Ya en el siglo XX, tras el fallecimiento de Pablo Iglesias en 1925, un nuevo grupo de intelectuales pasó a dirigir el partido, entre ellos Besteiro, Largo Caballero e Indalecio Prieto, que apoyaron el triunfo de la II República.

Durante la Guerra Civil (1936-1939) el PSOE se alineó en defensa de la república y en 1944 celebró en Toulouse (Francia) su primer congreso en el exilio, liderado por Indalecio Prieto, quien en 1951 cedió el liderazgo a Rodolfo Llopis, que ostentó el cargo hasta el siguiente congreso, en 1972.

El 25 congreso federal, el de la "renovación" (Toulouse, 1972), supuso la escisión del PSOE en dos sectores: el "histórico" o del exilio, encabezado por Rodolfo Llopis y, el "renovado" o del interior, dirigido por Nicolás Redondo y Felipe González.

González tuvo que esperar dos años, hasta el 26 congreso, en la localidad francesa de Suresnes, para ser elegido secretario general.

Pese a estar todavía en la ilegalidad, los socialistas celebraron en diciembre de 1976 su primer congreso en España tras la dictadura, en este caso en Madrid, antes de que el Gobierno de Adolfo Suárez legalizara el partido unos meses después.

La renuncia de González a su reelección en el congreso de mayo de 1979 supuso la celebración de uno extraordinario en septiembre, donde el PSOE reafirmó su carácter democrático y federal, a la vez que eliminó el término "marxista" de su definición ideológica y reconoció una corriente interna, Izquierda Socialista, que aún perdura.

En el siguiente, en 1981, González fue reelegido secretario general y en octubre de 1982 se convirtió en el primer presidente socialista de la democracia.

Con la salida del PSOE del Gobierno en el año 1996 comenzó un proceso de renovación tamizado de obstáculos.

El 34 congreso, en 1997, concluyó con la elección de Joaquín Almunia como secretario general y la celebración, en abril de 1998, de primarias para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno, que ganó Josep Borrell.

La bicefalia no duró mucho, porque Borrell renunció a ser candidato en mayo de 1998, lo que obligó finalmente a Almunia a presentarse a las elecciones generales del año 2000, que José María Aznar (PP) ganó por mayoría absoluta.

Ese mismo año, en julio, José Luis Rodríguez Zapatero logró hacerse con la secretaría general en el 35 cónclave del partido, en el que derrotó por nueve votos al favorito del "aparato", José Bono.

Además de Zapatero y Bono, aspiraban a liderar el partido Rosa Díez y Matilde Fernández.

Cuatro años después, el PSOE volvió a colocar a su candidato en la Moncloa, lo que permitió que el siguiente congreso, en julio de ese mismo año, transcurriera con una placidez que los socialistas no vivían desde hacía años.

Zapatero fue reelegido también en el 37 cónclave, en el año 2008, poco después de renovar la mayoría en las elecciones generales.

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