Debate nación. Rajoy fue interrumpido con aplausos en 40 ocasiones


El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pronunció este miércoles su discurso sobre el Estado de la Nación ante el Pleno del Congreso de los Diputados y fue interrumpido hasta en 37 ocasiones por los aplausos de la bancada popular en la hora y 30 minutos que duró su intervención.
Puestos en pie, los diputados y senadores del PP presentes ovacionaron a Rajoy durante algo más de un minuto al finalizar su discurso, mientras la bancada socialista se iba desalojando, siendo el primero en abandonar el Hemiciclo el líder del PSOE, Pedro Sánchez.
El primero de los aplausos se produjo apenas cinco minutos después de que Rajoy comenzara su intervención, que estuvo marcada por la 'venta' de los datos macroeconómicos como muestra de la mejora de la situación económica y concluyó con anuncios sobre rebajas fiscales.
Algunos miembros del Gobierno, sobre todo la vicepresidenta, siguieron la intervención de Rajoy según el texto de su discurso, pasando cada una de las 36 páginas casi a la vez que el presidente y pendiente de las reacciones de los socialistas ante las aseveraciones de Rajoy. Otros, como el de titular de Defensa, Pedro Morenés, optaron más por escuchar atentamente al presidente, sin entretenimientos como el móvil.
Unos de los miembros del Gobierno que iniciaba los aplausos de los populares era la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, que en varias ocasiones fue la que los inició, siendo seguida rápidamente por los demás parlamentarios populares.
Salvo en la tribuna, donde según la normativa interna del Congreso no está permitido el aplauso, todos los populares presentes respaldaban con aplausos las palabras del presidente.
SÁNCHEZ, SERIO Y CONCENTRADO
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, siguió la intervención del presidente con gesto serio y concentrado, con un cuaderno sobre su pupite y el teléfono móvil. Tomaba nota en algunas ocasiones -no rellenó más de dos caras- mientras comentaba a veces con el portavoz socialista, Antonio Hernando, quien sí tomó más notas, las palabras de Rajoy.
En la bancada socialista, los aspavientos y murmullos eran constantes, como los que protagonizaba el secretario general del PSOE-A de Málaga, Miguel Ángel Heredia, aunque muchos de ellos optaron más por criticar la intervención de Rajoy a través de la redes sociales, sobre todo por Twitter, siendo la diputada socialista por Murcia María González Veracruz una de las más activas, así como la diputada Isabel López i Chamosa, quien le reprochó la situación del paro cuando Rajoy auguraba una mejora de la creación de empleo.
"El dinero no crece en los árboles" fue una de las citas de Rajoy que generó ciertas risas entre los diputados, lo que fue respondido con prontitud con aplausos por parte de los populares en cuanto una pausa de presidente lo permitió. Precisamente, en ese momento comenzaba Rajoy a referirse a sus medidas contra la corrupción, lo que provocó que alguien llamara al orden a los diputados para que guardaran silencio y se pudieron escuchar las palabras del presidente del Gobierno, quien terminó este bloque de escasos tres minutos asegurando que España tendrá al final de esta legislatura una de las leyes "más exigentes" contra la corrupción.
MEJORA DE LA ECONOMÍA
El presidente del Gobierno dedicó la mayor parte de su intervención a dar cuenta de los resultados económicos desde una óptica positiva y comparándolos con la situación de las arcas españolas en 2011, cuando accedió al Gobierno. Cuando afirmó que sus políticas han permitido que España no haya tenido que solicitar un rescate fue uno de los momentos en los que más efusivo fue el aplauso de los populares.
El comentario de Rajoy de que esta legislatura acabará en "menos de un año" generó también ruidosos comentarios entre los diputados, ya que existen pocas informaciones sobre el momento en el que el presidente tiene previsto convocar elecciones generales, que corresponderían en noviembre, ya que en ese mes se celebraron los comicios que ganó el PP y que le llevó al Gobierno.
La referencia a las "ventoleras ideológicas", como definió a las nuevas fuerzas políticas, en clara alusión a Podemos, provocó las risas de algunos, entre ellos del portavoz parlamentario popular Rafael Hernando, que aumentaron cuando reprochó al PSOE que no reconozca la nueva situación económica de España, generada por el "esfuerzo" de los españoles, porque da pie a la "demagogos".
Una vez finalizado este bloque, y cuando Rajoy ya encarrilaba el final de su discurso, se produjeron los ataques a las demás fuerzas políticas, por lo que los aplausos de los populares fueron algo más intensos. Y así hasta que concluyeron con el respaldo final, en el que todos los que apoyaban al presidente -algo más de 200 personas- se pusieron en pie y le despidieron con una calurosa ovación.
INICIO
Rajoy, que llegó al Congreso diez minutos antes del inicio de la sesión parlamentaria, se sentó en su escaño junto a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y rápidamente una decena de fotógrafos se concentraron en torno a él.
El Gobierno en pleno -todos los ministros se dieron cita en el Hemiciclo- escuchó al presidente Rajoy. También había lleno en la bancada popular, donde se instalaron además de los diputados algunos senadores.
En la tribuna de honor del Congreso siguió la sesión plenaria el presidente del Senado, Pío García-Escudero, quien tenía a su derecha, en la tribuna principal, a la esposa del jefe del Ejecutivo, flanqueada a su derecha por la 'número dos' del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal.
Entre otros invitados de los populares estaban el presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra; el de Madrid, Ignacio González; la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes; la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho -tras las sillas de Gobierno por su condición de senadora-, y la secretaria de Estado Estado de Educación, FP y Universidades, Montserrat Gomendio, entre otros.
Antes de que llegara el presidente del Gobierno, y minutos antes de las doce, entró en el Hemiciclo para ocupar su escaño el líder del PSOE, Pedro Sánchez. Lo hizo respaldado por el equipo con el que ha preparado su intervención, como el secretario de Organización, César Luena, y el portavoz parlamentario, Antoni Hernando.
Por parte de los socialistas, en las tribunas se dieron cita el exlehendakari Patxi López, que fue de los primeros en llegar, el candidato socialista a la Presidencia de Aragón, Javier Lambán; el secretario general de los socialistas castellanomanchegos, Emilio García-Page -en el interior del Hemiciclo por su condición de senador-, y la senadora Carmen Alborch, entre otros.
El portavoz de campaña del PP, Pablo Casado, fue uno de los últimos diputados en ocupar su puesto antes de que el presidente del Congreso, Jesús Posada, diera por abierto el Debate sobre el Estado de la Nación a las 12.04 horas.
Entre las ausencias, destacó la de Cayo Lara, que por motivos familiares ha tenido que desplazarse hasta Ciudad Real y no escuchará la intervención inicial de Rajoy, pero que en principio se sumará al Debate sobre el Estado de la Nación cuando se reanude la sesión a las cuatro de la tarde.
En total, unas 500 personas, entre diputados, senadores, invitados, funcionarios y periodistas, se dieron cita en el Hemiciclo para escuchar al presidente en el tercer y último Debate sobre el Estado de la Nación de esta legislatura.

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