"Deconstruyendo" a Pablo Iglesias: claves y límites de un liderazgo "de chamán"

  • Expertos en liderazgo analizan el estilo de un político excesivo y provocador. 

    Errejón, a la sombra: es el estratega y puede triunfar en el medio plazo. 

Iglesias, con Errejón, en el Congreso.
Iglesias, con Errejón, en el Congreso.
EUROPA PRESS

Pablo Iglesias está “desgastado”. Así lo admitió el equipo de comunicación de Podemos, en un informe interno fechado en abril de 2015 y que ha revelado El Confidencial.

Entonces, el partido se encontraba en plena digestión de los resultados de las elecciones andaluzas, importantes aunque por debajo de las expectivas, con las elecciones autonómicas y municipales a la vuelta de la esquina y con la elaboración del programa en marcha. El 30 de ese mismo mes, Juan Carlos Monedero anunció además su dimisión con duras críticas a la dirección del partido por su creciente desapego con las bases.

Por entonces también, se diseñaba la estrategia de cara a las generales, que fructificó dos meses después con un importante giro de estrategia.

Se trataba, admitió el equipo de campaña de Iglesias, de reforzar la cercanía y la frescura de su líder con varias iniciativas “de proximidad”, como la “caravana del cambio”, una ruta por distintos puntos de la geografía. El objetivo, hacer un Iglesias “mucho más accesible”, como él mismo reconoció en rueda de prensa. 

Esos cambios tuvieron también su expresión gráfica: la cartelería utilizó la imagen de Iglesias sonriendo, al contrario que la que les hizo irrumpir en las europeas y en la que el líder de Podemos se mostraba con gesto huraño.

Bajo el título  “Estrategia de comunicación del secretario general”, el informe realiza un minucioso análisis de las tácticas que se deberían utilizar, en las que prima la cercanía, como luego se trató en campaña.

“Pablo tiene que volver a ser Pablo Iglesias, el tipo de la calle, humilde, inteligente, ambicioso, razonable... Eso implica que Pablo recupere sin miedo su “liderazgo socrático”, aquel en el que aparecía como una persona con las posiciones no congeladas sino construidas con razonamientos sencillos pero contindentes”, aconseja su equipo de comunicación. Advierte también: “Si Pablo gustó por diferente y por atrevido, descafeinarle sería un grave error”.

¿Ha sabido gestionar Iglesias su liderazgo? ¿Qué puntos debería mejorar? José Luis Álvarez, profesor de liderazgo en INSEAD Business School y autor del libro 'Los presidentes españoles. Ideología y personalidad, las claves del liderazgo político' (Lid, 2014), explica que Iglesias sigue lo que se denomina “liderazgo transformador”. “Frente al incremental, que es el de Sánchez o Rivera, Iglesias aspira a cambiar sustancialmente un status quo. Es la diferencia entre reformistas y revolucionarios”."Un estilo que no logra mayorías"

El estilo del líder de Podemos es, considera, “innovador, y espectacular, en el sentido en que contiene mucha dramaturgia”. “Es un estilo conscientemente político, que continuamente busca el impacto. Pero es que no debemos olvidar que detrás hay un doctor en Ciencias Políticas. Es un estilo muy funcional para la estrategia de Podemos y eso hace que a veces, como ocurrió en el debate de investidura, se descontrole un poco y cometa ciertas equivaciones. Puede pensar, con razón, que es el más preparado de todos ellos, pero no siempre te da el éxito”, opina este experto.

El principal error está en creer que “energizar” a los votantes es suficiente. “No lo es para alcanzar la mayoría”, destaca Álvarez. “Su estilo motiva mucho a sus votantes, pero ese estilo difícilmente apelaría a una mayoría electoral”.

Otro es creer que se puede trasladar a España el estilo de los presidentes de América Latina, como el venezolano Chávez. “La situación no es la misma y es la pared con la que se encuentran. Su estrategia corresponde más bien a un país en una situación de emergencia social y de desigualdad económica en la que no se encuentra aquí”.

No obstante, señala también este experto en liderazgo, que la buena comunicación, no sólo de Iglesias, les permite “incrementar con populismo la conciencia de buena parte de la población de que eso efectivamente está ocurriendo”."No es un partido de liderazgo único"

“Todos los partidos tienen consultores y expertos en comunicación política. Pero lo divertido de Podemos es que lo son ellos mismos, son profesores, o activistas. Son tecnólogos de la política, en el mejor sentido”.

¿Es Podemos un partido de liderazgo único”. “Sí y no”, rebate Álvarez. “Es verdad que no hay política sin líder, y él es el que juega ese papel. Pero también hay gente muy interesante en el partido.como Errejón. Si cae Pablo Iglesias, no sería descartable Errejón, o incluso Mónica Oltra, gente dentro del movimiento 15-M, puedan tomar el relevo. Podemos no es un fenómeno unipersonal como sí podría ser Ciudadanos”.

Precisamente, el 'enfrentamiento' entre los afines a Errejón y a Iglesias está en plena actualidad. Ambos dirigentes difieren en estilo, pero sobre todo, opina el experto, en estrategia. Quizás también, dice, “la personalidad de Iglesias puede ser más narcisista que la de Errejón”.“Lo de Iglesias es un ejercicio de precipitación megalomaniaca”

Fran Carrillo, experto consultor político y director de 'La Fábrica de Discursos', coincide en las diferencias entre ambos: “Errejón es el estratega, el que mira más a largo plazo, el que pone en la balanza las tácticas, las alternativas. Iglesias va batalla a batalla, y a cada una le quiere sacar su rendimiento. Lo fía todo a su poder de persuasión con soflamas incendiaria”.

En esta 'pareja', opina Carillo, Errejón es “más inteligente en el manejo de los tiempos”. Sin embargo, reconoce también, no tiene la misma capacidad de liderazgo que Iglesias. “No le veo con el carisma suficiente, necesita a una persona a su lado que ejerza de líder como tal. Es lo que pasaba con Felipe González con Guerra y con Solana”.

Ambos tienen también distintas maneras de gestionar las crisis internas. “Errejón es más políticamente correcto en público y más directo en privado . Iglesias quiere llevarse bien con todo el mundo en el partido, pero es más directo en público”, dice Carrillo. Opina también que la “tensión” entre ambos bandos podría aumentar y que sería Errejón el que “a medio plazo” puede tener más posibilidades de éxito."Los chamanes de la política pop"

“Lo que le está pasando a Pablo Iglesias es un ejercicio de precipitacion magalomaniaca. Les llamo los chamanes de la política pop porque están constantemente haciendo brujería”, afirma este experto, “por eso, cuando la gente se escandaliza por lo del beso o la cal viva, yo digo que es la única forma que ellos tienen de sobrevivir. Viven de los titulares”.

¿Ese tipo de liderazgo tiene fecha de caducidad? “Depende. Pueden vivir en campaña permanente y es una estrategia que puede funcionar”. Un consejo a Iglesias: “El líder cabreado, enfadado, amenazante no suma, no gana y no permanece en el tiempo. El líder positivo, cercano, que no decalifica, prospera más. Igual la estrategia es más lenta, pero siempre es mejor”.Un liderazgo 'tipo Aguirre', “populista pata negra”

El informe de Podemos incluye varios fragmentos destacados. Entre ellos, el que se refiere a la exlíder del PP madrileño, Esperanza Aguirre, con la que Iglesias ha tenido sonoros enfrentamientos. Su liderazgo, en cambio, es considerado como ejemplo para el equipo de Podemos. A ella se refieren como una “populista pata negra”.

Estos son algunos de los fragmentos:

“Hay que ser precavidos, conservadores casi, a la hora de introducir cambios en la estétitca de Pablo. Estos no pueden ser bruscos, ni cambiar sensiblemente lo que la gente considera la 'esencia de Pablo'”.

“El personaje de Pablo ha ido perdiendo calle, contacto con la gente. La imagen es la de estar en una urna de cristal, la de estrella del rock, persona inaccesible que hace cosas espectaculares. Pablo debe ganar en cercanía, algo que no vañ en detrimento de ningún atributo presidenciable”.

“El papel de Pablo no puede ser el de decir “nosotros”, “nos decían que”, y que la gente piensde en el partido, como sucede ahora. Pablo tiene que decir “nosotros” y la gente tiene que sentirse dentro. (…) Pablo no puede parecer en absoluto nunca jamás el líder de la manada, Pablo tiene que parecer alguien situado entre dos aguas, que escucha a los dos lados, interlocuta, y resuelve con habilidad”.

“Pablo tiene que poder tener la libertad para tener una posición crítica, de duda, de cuestionamiento, a lo que hace el partido. Incluso convendría escenificarlo en un marco controlado. No hay más que pensar en un liderazgo como el de Aguirre (populista pata negra), donde los males del partido son puntos que ella suma (y que por tanto a la postre suma el propio partido), o en el liderazgo de Chávez, que en este preciso aspecto supone una analogía que hay que medir con cautela pero que es muy fértil”.

¿Qué tipo de líder queremos? “Se trataría de encontrar un (difícil) equilibrio entre la protección de su imagen y el desarrollo de un perfil de solucionador proactivo. (…) No se trata de dar golpes encima de la mesa, sí de ayudar a resovler conflictos. (…) Su papel es solucionar los problemas de la organización: él no los tiene con nadie”.

(Pablo) No tiene por qué ser economista, filósofo, administrador, jurista, ministro de Fomento, experto en educación, cultura y todo a la vez. Pablo tiene que ser Pablo y mostrar que detrás cuenta con un partido sumamente competente"

“Cierta dosis controlada de 'ignorancia' daría una fortaleza paradójica a Pablo que, además, permitiría sostener al partido en momentos en los que toque defender medidas no aglutinadoras, complicadas de explicar”.

“Hacen falta más encuentros con la ciudadanía y más formatos en los que haya intercambio y no sólo un discurso”.

“ No basta con poner 'cara de escuchar'. Lo más eficaz para que parezca que escucha… es escuchar de verdad”.

“Presidenciable, también es estar bien. Es difícil confiar en la gente enfadada o agobiada. Como las bailarinas, tenemos que hacer que lo difícil parezca fácil”.

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