Desarticulan una organización que explotaba a mujeres, con ocho detenidos

  • La Policía Nacional ha desarticulado una organización que obligaba a ejercer la prostitución a mujeres paraguayas en Cuenca, que también suministraba droga a las explotadas y a los clientes y tenía en su poder armas prohibidas, en una operación en la que han sido detenidas ocho personas.

Toledo, 4 jul.- La Policía Nacional ha desarticulado una organización que obligaba a ejercer la prostitución a mujeres paraguayas en Cuenca, que también suministraba droga a las explotadas y a los clientes y tenía en su poder armas prohibidas, en una operación en la que han sido detenidas ocho personas.

Las mujeres eran captadas en Paraguay y trasladadas a España por la organización, que las obligaba a ejercer la prostitución en dos clubes de alterne situados en la provincia de Cuenca, hasta saldar una deuda de entre 3.500 y 4.000 euros por los gastos generados por su traslado, informa hoy en una nota de prensa el Ministerio del Interior.

En la operación han sido detenidas ocho personas y cerrados los dos clubes de alterne, así como un hostal-restaurante anexo a uno de estos locales.

Entre los detenidos figuran los dos cabecillas de la banda, un hombre español y su pareja sentimental de nacionalidad paraguaya, así como el hijo del primero, que se encargaba de recoger a las mujeres a su llegada a España y de controlarlas mientras trabajaban en los clubes de alterne cerrados.

Buscaban jóvenes en situación precaria en su país de origen, a las que convencían para viajar a España, donde les imponían una deuda económica que debían saldar ejerciendo la prostitución bajo un estricto control y medidas de seguridad.

Otra de las medidas de presión que adoptaban era la retirada de su documentación personal y aleccionaban a las mujeres sobre cómo debían actuar en caso de que la policía realizara algún control.

En el transcurso de la investigación, que comenzó en 2011 y se ha dilatado por las enormes medidas de seguridad que adoptaba el grupo criminal, se tuvo conocimiento de que una víctima había sido encerrada violentamente en una de las habitaciones de los clubes.

El encierro se produjo cuando trató de escapar del local sin haber saldado su deuda y fue descubierta.

Durante los registros efectuados se comprobó que varias mujeres estaban confinadas en sus habitaciones, en un intento por ocultarlas de la policía.

Como actividad complementaria a la explotación sexual y laboral de las víctimas, la organización se dedicaba al menudeo de sustancias estupefacientes, que tenían como destinatarios a las mujeres explotadas y a los clientes.

Además, han sido encontradas pastillas utilizadas para aumentar la potencia sexual, prohibidas en España, que ofrecían a los clientes que las requiriesen.

El cabecilla del grupo había desarrollado un mecanismo por el cual "agotaba" una determinada sociedad empresarial en la explotación de sus clubes y posteriormente se la vendía a otras personas o variaba el nombre de los administradores.

Con este método, eludía el pago de las cuantiosas sanciones que acumulaba (más de 175.000 euros por infracciones en materia laboral, de extranjería y Seguridad Social).

En el transcurso de la operación se han intervenido 12.000 euros y útiles para el tráfico de sustancias estupefacientes, así como armas prohibidas (dos katanas, cuatro defensas extensibles y una tonfa), ordenadores portátiles y teléfonos móviles.

También se ha hallado documentación manuscrita con anotaciones de cuentas y relacionada con las sociedades explotadoras de los clubes y fueron localizadas 19 mujeres en situación de riesgo, a las que se les han ofrecido las medidas de protección previstas en la legislación.

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