Valencia, 15 jun.- Agentes de la Policía Nacional han desarticulado dos organizaciones criminales en Pamplona y Gandia (Valencia) dedicadas al tráfico de estupefacientes y han detenido a 35 personas de diversas nacionalidades e intervenido siete kilos de cocaína.
Según un comunicado de la Jefatura Superior de Policía, la droga procedía de la selva colombiana y era introducida en España a través de "mulas", y para su distribución utilizaban coches en las que la ocultaban.
Durante la operación han sido realizados veinte registros domiciliarios y se han intervenido siete kilos de cocaína, 6 kilos de sustancias de adulteración, principalmente lidocaína y fenacetina; 150 gramos de marihuana, 19 gramos hachís y 1 frasco de ácido clorhídrico.
También se han intervenido 32.000 euros y han sido ocupadas 19 básculas de precisión, 12 teléfonos móviles de alta gama, cuatro coches, una pistola simulada, varias prensas y material necesario para la adulteración y empaquetamiento de las sustancias estupefacientes.
La mayor parte de los 35 detenidos, de diversas nacionalidades aunque mayoritariamente colombianos y dominicanos, ya han ingresado en prisión.
La investigación se inició a principios del año 2012 en Pamplona, al tener conocimiento los agentes de un posible punto de venta de cocaína en esa ciudad y de que el hombre que la vendía al menudeo estaba asociado con otras dos personas encargadas de adquirir y manipular cantidades importantes de esta sustancia.
En el momento de su detención, les intervinieron 600 gramos de cocaína y se desmanteló un laboratorio artesanal de adulteración y compactación de la misma, así como dos kilos de sustancias adulterantes.
Los agentes comprobaron que esta persona no realizaba las ventas a los consumidores directamente, ya que tenía una red de distribuidores que realizaban labores de reparto y venta directa y que llegó a realizar ventas de hasta dos kilogramos de cocaína.
A mediados del pasado año, una pareja fue detenida por gestionar las partidas de cocaína entre el principal distribuidor y los compradores, a cambio de un porcentaje del precio de venta.
Los policías averiguaron que la fuente de distribución de éste provenía de otra organización criminal que controlaba gran parte del mercado de esta sustancia en la localidad valenciana de Gandia.
En esta localidad valenciana los agentes llegaron a interceptar cuatro coches, en cuyo interior se encontró alrededor de cuatro kilos de cocaína, y donde también localizaron 18.000 euros.
Las drogas provenían de la selva colombiana y eran introducidas en España mediante "mulas", que viajaban con la droga oculta en sus equipajes desde Colombia.
Una vez en España las entregaban a algún miembro de la organización para, a continuación, ser distribuida hacia la zona de Levante y la localidad riojana de Calahorra, donde había un pequeño centro de distribución y adulteración en un domicilio.
Como consecuencia de las investigaciones, los policías detuvieron a una persona a su llegada al aeropuerto de Barajas procedente de Colombia con 2.600 gramos de cocaína oculta en cinco paquetes de café.
En la operación han participado agentes de la Jefatura Superior de Navarra y de la Comisaría de Gandia.
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