Según la policía, el campeón alemán recibió dos cartas, el 9 y el 15 de febrero, en las que se le reclamaba al club una "gran suma de dinero en efectivo".
Las exigencias iban acompañadas de diversas amenazas, como estrellar un dron en el Allianz Arena, estadio del equipo.
Según los investigadores, el detenido ha confesado y era conocido por la policía. En 1999, fue condenado a 13 años y medio de prisión por múltiples atracos a bancos.
Entre 1992 y 1998, el atracador asaltó 16 bancos de la región muniquesa y sacó un botín de 4,6 millones de los antiguos marcos.
Durante sus fechorías, tomó 73 rehenes, a los que trató con cortesía, una costumbre que le valió el calificativo por parte de la prensa de "el ladrón más amistoso de Múnich".
El anuncio de la detención se produjo unas horas antes del partido que el Bayern Múnich jugará contra la Juventus en Turín, correspondiente a la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.
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