La oleada migratoria que está llegando a Europa procedente de países en conflicto somo Siria o Afganistán satura a un continente falto de respuesta efectiva ante la gran cantidad de demandas de asilo. Desde que comenzara la crisis migratoria los diferentes países de la UE han intentado dar una solución que contente fuera y, sobre todo, dentro de sus fronteras.
Una de las últimas medidas más polémicas a este respecto es la que ha tomado Dinamarca quien anunció en los últimos días que confiscaría alguna de las pertenencias de los refugiados que decidieran asentarse en el país para cubrir los costes de mantenerles dentro de sus fronteras. Esta política que ha sido refrendada por el Parlamento danés ha provocado la controversia en todo el continente que la coloca a la altura del asedio a los judíos en los años más vergonzosos de la historia reciente europea.
La propia ONU ha alertado que este tipo de posiciones podría alimentar el miedo a la inmigración y la xenofobia entre los ciudadanos, según recoge el periódico británico 'The Guardian'. Aunque esta no es la primera medida que Copenhague toma para disminuir los derechos de los refugiados.
El pasado mes de septiembre el Gobierno danés tomó la decisión de publicar anuncios en la prensa libanesa advirtiendo de la rebaja de ayudas sociales a los refugiados con la intención de mermar la intención de solicitar asilo en el país. "Habrá centros de asilo especiales para los demandantes rechazados para asegurar que salgan de Dinamarca lo antes posible", rezaba el texto.#Denmark trying to warn away migrants/refugees with adverts in #Lebanon media. Our @AFP story: http://t.co/r6aZ3oQ22Bpic.twitter.com/bN5Gm7Dyuc— Sara Hussein (@sarahussein) septiembre 8, 2015
A pesar de la dureza de la medida, Gobierno y oposición han acordado no requisar objetos con un valor sentimental evidente como alianzas de boda o fotografías. El proyecto de ley que se debate este miércoles establece que los objetos confiscados serán aquellos que tengan un valor superior a los 400 euros.
El Ejecutivo justifica esta decisión como una manera de financiar las subvenciones y la estancia de los refugiados que lleguen al país, sin embargo, los expertos sostienen que será difícil transformar esos objetos en dinero en efectivo y que, por tanto, el único objetivo real es el de disuadir a los inmigrantes a pedir refugio en Dinamarca.
El portavoz del Gobierno danés aseguró que esta nueva normativa equipara a los recién llegados con los ciudadanos del país "simplemente estamos aplicando las mismas normas que aplicamos a los ciudadanos daneses que quieren recibir dinero del Gobierno", explicó.
De cualquier manera, esta manera es solamente el último intento del Ejecutivo de derechas del país para disminuir los derechos de los inmigrantes. Sin ir más lejos, el mes pasado, el primer Ministro danés, Lokke Rasmussen, pidió acabar con la Convención de los Refugiados de 1951, una normativa creada a raíz del Holocausto. Esta propuesta fue calificada por la ONU como una renuncia de milenios del progreso humano.
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