División en el Parlamento polaco ante declaración de tributo a Juan Pablo II

  • El Parlamento polaco debate hoy dividido la resolución con la que la cámara baja rendirá homenaje a Juan Pablo II con motivo de su canonización, un tributo que enfrenta a quienes abogan por elogiar su figura como papa y una minoría que quiere reconocer sólo su contribución a la democracia en el país.

Varsovia, 23 abr.- El Parlamento polaco debate hoy dividido la resolución con la que la cámara baja rendirá homenaje a Juan Pablo II con motivo de su canonización, un tributo que enfrenta a quienes abogan por elogiar su figura como papa y una minoría que quiere reconocer sólo su contribución a la democracia en el país.

El próximo domingo tendrá lugar en el Vaticano la canonización de Juan Pablo II, "cabeza de la Iglesia universal y gran polaco", dice el texto respaldado por la mayoría de parlamentarios, en el que se hacen varias referencias a su papel como líder religioso del catolicismo.

El contenido de la resolución, que hoy pasó a la comisión de cultura para su discusión, cuenta con la oposición del partido anticlerical Tu Movimiento (con aproximadamente el 10 % de escaños), que defiende homenajear a Karol Wojtyla como la persona que contribuyó a la recuperación de la democracia en 1989.

"Como una institución del Estado, el Parlamento polaco no debe destacar actos religiosos", argumentó el portavoz de Tu Movimiento, Andrzej Rozenek, quien en anteriores ocasiones también ha encabezado sin éxito iniciativas para retirar el crucifijo de la cámara baja polaca.

Aunque más moderada, la minoritaria Alianza de Izquierdas también plantea dudas acerca de la resolución, y su portavoz, Dariusz Jozski, pedía ceñirse a la separación de Iglesia y Estado.

Los historiadores sostienen que la visita del papa a Polonia en 1979 supuso un acelerador para el cambio de Gobierno y la caída del comunismo.

Poco después nacía el sindicato Solidaridad, que siempre contó con el apoyo activo de Juan Pablo II, un apoyo que sirvió para dar a conocer el movimiento y a su líder, Lech Walesa, en la escena internacional.

Éste es el legado político que la izquierda polaca quiere destacar en la declaración parlamentaria, obviando referencias al papel religioso que jugó el que fue Pontífice de la Iglesia católica durante 27 años.

Mientras, el país se prepara para la canonización de Karol Wojtyla el próximo 27 de abril, con diferentes actos organizados a lo largo de toda Polonia.

Sin embargo, el entusiasmo de los polacos ante la subida a los altares de Juan Pablo II no es tan intenso como se esperaría, y, por ejemplo, apenas unos centenares de fieles se concentraron en Varsovia el pasado 2 de abril para conmemorar el noveno aniversario de su muerte.

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