Donde no llegan 'Podemos' ni 'Ciudadanos': el esquivo voto rural se le resiste a los nuevos partidos

    • En las zonas rurales pesa aún el voto 'cautivo' de subvenciones y el miedo a lo desconocido y se vota PSOE y PP, dependiendo de la comunidad autónoma.
    • Podemos y Ciudadanos atraen al votante urbanita, joven y cualificado. C's asegura que su programa está pensado para toda la sociedad y Podemos ha impulsado campañas específicas.

El gasto en pensiones crece el 3,1 por ciento en octubre, hasta 8.078,7 millones
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El espectacular ascenso de Podemos y Ciudadanos dibujará el próximo 24 de mayo un mapa político inédito. Cuatro partidos serán protagonistas los próximos cuatro años y las formaciones de Pablo Iglesias y Albert Rivera serán decisivas en el gobierno de buena parte de los municipios y la mayoría de las autonomías.

Ciudadanos y Podemos han logrado, con diferentes discursos, el respaldo de muchos desencantados con los partidos tradicionales. Sin embargo, sus apoyos, según apuntan las encuestas, se han concentrado mayoritarimente en determinados perfiles de electores, que han decidido abandonar al PP, al PSOE e Izquierda Unida.

Jóvenes, urbanitas, universitarios, profesionales cualificados y autónomos -en el caso de Ciudadanos- son los principales apoyos de los dos partidos emergentes, que sin embargo no han logrado, de momento, llegar al votante del ámbito rural y al de mayor edad, que respaldan mayoritarimente, según la comunidad a populares y socialistas.

Tanto Podemos como Ciudadanos están convencidos de que acabarán atrayendo a estos votantes, pero para ello han puesto en marcha estrategias diferentes. En Ciudadanos se muestran convencidos de que su programa y sus propuestas son válidas y atractivas para toda la sociedad y por ello no son partidarios de dirigirse a un perfil de elector con el simple objetivo de conseguir más votos. Mientras, en Podemos reconocen que han puesto en marcha iniciativas y misiones para captar a estos votantes.Extender el mensaje al campo

"Aquí ha habido una cultura urbana que ha desprestigiado a la cultura rural. Esa imagen de Paco Martinez Soria con la boina calada... Pero el paletismo se ha acabado", comenta, con indignación risueña Francisco Javier Bilbao. Desde el círculo de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, del que es portavoz, han llevado a cabo una "misión" de vital importancia para el partido: la de extender el mensaje y programa de una formación emergente y desconocida en los pueblos más aislados del país.

En ella han participado alrededor de 25 círculos sectoriales de Podemos, entre ellos, el de Medio Ambiente y Ecología o el Celtiberia, especializado en el desarrollo de los pueblos del interior vaciados por la despoblación y esqueletos de lo que un día fueron. Organizados en pequeños grupos, estos simpatizantes han recorrido las zonas rurales de las dos Castillas, Asturias, Aragón, Navarra, País Vasco...

"Les hemos hablado mucho del tema de la patata, por ejemplo, de las cuotas lecheras a los productores en explotaciones familiares... hemos estado en pueblos pesqueros hablando con las cofradías, en regiones mineras", explica Francisco Javier, que trabaja por Podemos desde el municipio vizcaíno de Erandio.

La radiografía del votante de Podemos que ofrece el último barómetro del CIS concluye que la mayor animadversión al partido de Iglesias se encuentra, precisamente, en el colectivo de "agricultores" (empresarios sin asalariados y miembros de cooperativas): un 88% de los entrevistados para este sondeo manifiestan que no los votarían nunca. Le siguen los jubilados y pensionistas, un colectivo de difícil conquista que, en el mundo rural, añade un plus de dificultad.

La preocupación de estos últimos está clara, "las pensiones, es lo primero que te preguntan, qué va a pasar", dice este portavoz, "y también por el tema de la renta básica... qué de dónde va a salir el dinero, te preguntan. La gente de los pueblos ha vivido con resignación, cree que no hay alternativa. Por eso, nosotros hemos hecho el trabajo de ir y de explicarles que existe otra realidad. Pero siempre nos encontramos también con esa contestación tan propia de estas zonas, 'y qué le vamos a hacer'.

La preocupación por el esquivo voto rural no la esconden tampoco los dirigentes del partido, conscientes del potencial electoral que representan unas zonas en principio alejadas de la imagen que se ha ido conformando de Podemos: un partido muy implantado entre jóvenes de ciudad que laten a golpe de 'tuit'. La formación ha hecho sin duda de las redes sociales uno de sus principales escenarios para batallar el voto, para exponer críticas y propuestas, atacar al adversario e interactuar con los ciudadanos. En las pasadas europeas, el partido se convirtió en la primera fuerza política en presencia en el mundo de las redes, un fenómeno que ha tenido un 'efecto de arrastre' en las otras formaciones, obligadas a incorporarse a la 'política digital'. Ni sus propios responsables ocultan que gran parte del éxito del partido está en esta estrategia, de la que se encarga un grupo de expertos en redes sociales que se ha ido ampliando en los últimos meses.

Pero en el mundo rural, al adversario político se añade otro: la "brecha digital". "Estamos a la cola de Europa en implantación de banda ancha", recuerda Bilbao. Aunque cuesta creer que hoy en día alguien no haya oido hablar de Podemos o de Pablo Iglesias, temas omnipresentes en la agenda de los medios, cosa muy distinta es el mensaje que ha calado en estas zonas. Es el que llega por la televisión, o la radio, pero mucho menos por Internet. "En pueblos muy pequeños de El Bierzo o de Sanabria teníamos diez o quince votos en una población de cien votantes", explica visiblemente insatisfecho.

Otro "golpe de realidad" lo dieron los resultados de las pasadas andaluzas. Podemos anotó sus mejores datos en las grandes ciudades, sobre todo en las provincias de Cádiz, Granada y Sevilla, mientras que el apoyo caía de forma proporcional a la población. En Almería, por ejemplo, el partido de Iglesias apenas logró una media del 15 por ciento de votos, porcentaje aún más reducido en las localidades más pequeñas. Una reciente encuesta de Metroscopia para El País, afianza esa brecha. Podemos lograría en las zonas urbanas el 17'9% de los votos, seis puntos más que en las rurales. Unos datos que, en el caso de los partidos tradicionales se invierten: los 'populares' anotarían un 33'3% de los votos en las primeras, frente a un 39% en localidades más pequeñas. Los socialistas, nueve puntos más en estas últimas.

"Ayer mismo pasé por un tallercito de motos, con el que me relaciono por trabajo y por amistad con el propietario, un chico de 38 años. Comenzamos una conversación sobre Podemos, y directamente me dijo que tenía miedo por las mil historias que había oído por la televisión de las relaciones con paises sudamericanos... Por más que lo intentaba, parecía imposible sacarlo de su atolladero mental", cuenta un simpatizante en Plaza Podemos, la plataforma virtual del partido, donde el reto del voto rural no pasó desapercibido.


"Poco después, dos ancianos del pueblo llegaron al tallercito y se introdujeron en la conversación. Tras un rato, uno confesó ser y votar toda su vida a la derecha. Afirmó que visto lo visto, no dudaba que esta vez, de votar, lo haría a Podemos. El otro anciano, a sus 82 años, dijo que se alegraba de ver a alguien tan joven hablando con entusiasmo y con esas ganas de cambiar las cosas. Que nosotros tenemos una información que ellos nunca han tenido, ni ahora tienen por el acceso a Internet", continúa.El impacto del 'voto cautivo'

Otro de los handicap que perfilan este particular mapa electoral es el voto 'cautivo'. "La España rural está dominada por un caciquismo brutal, procedente sobre todo de las diputaciones provinciales, que tiene un voto de poder", afea el portavoz del Círculo de Agricultura. El voto condicionado por las subvenciones o las ayudas, que hace inclinar finalmente el resultado hacia los partidos que ya gobiernan. "Creen que de esas diputaciones dependen las ayudas que se reparten en Europa, el agua, la leche, las patatas... Y si alguien se manifiesta se complica mucho la vida. La gente sí quiere escuchar, incluso proponer medidas, pero a la hora de sentarse y formar un círculo o un grupo de trabajo para hablar de las cosas de su ámbito y resolverlas... ahí ya se hace difícil por el miedo"

"Vivo en un pueblo y nos cuesta mucho tirar de la gente, somos pocos para reuniones, cinco o seis, y para asambleas cuanto más no llegamos a 50, el pueblo tiene mucho censo por la playa, pero en realidad seremos 4000 como mucho", comentaba hace unos meses otro simpatizante, que denunciaba incluso una "caza de brujas" contra aquellos afines al nuevo partido, por medio, por ejemplo, de la "quitada de carteles".

"En la zona Rural todavía es un imperativo el "que dirán". Todo el mundo se conoce y nadie mueve pieza para que el vecino no sepa bien por donde vas. A la hora de la verdad, el voto es absolutamente conservador, excepto los "cuatro gallitos" que ya hemos dado la cara", expone otro simpatizante en las redes. Algunos miembros de esta Plaza proponían incluso representar una obra de teatro por cada pueblo.

En el Círculo Podemos Celtiberia, denominación referida a las tierras despobladas del norte y centro del Sistema Ibérico, se han encargado también de que las propuestas de Podemos lleguen hasta los lugares más recónditos. Con las aportaciones de vecinos preocupados por la pérdida de población de estas zonas han elaborado su propio borrador de propuestas. Medidas que incluyen, por ejemplo, planes específicos de vivienda en estas localidades para fijar población, la recuperación del ratio de los cinco alumnos para abrir una escuela, garantizar servicios de urgencias en todos los centros de salud o construir "multiservicios"-locales con tiendas, bar, salas de biblioteca y servicios wifi en pueblos pequeños.

Desde los círculos se muestran no obstante optimistas y creen que el trabajo sembrado dará su fruto. La expectativa de voto ahora, dice Francisco Javier Bilbao, es mayor que en las pasadas europeas y la actitud, receptiva, incluso entre la gente de mayor edad, más tradicional en el voto. "Hemos intentado llevar el convencimiento de que nunca es tarde para nada y la gente mayor precisamente te dice que no tiene nada que perder y son los que menos miedo tienen a cambiar", asegura este portavoz.

La dirección ha tardado en tomar nota de la urgencia de activarse en estas zonas y no ha sido hasta principios de este mes cuando han celebrado sus primeras jornadas estatales dedicadas al Mundo Rural. Unas sesiones, celebradas en Zamora, en las que participó el líder de la formación en Castilla y León, Pablo Fernández, y el secretario de organización, Juan Carlos Monedero y en las que el partido expuso sus principales propuestas para el sector agrario. Las jornadas contaron también con la participación del secretario general de la coordinadora de agricultores y ganaderos, COAG, Miguel Blanco, quien denunció la "falta de interés de los partidos políticos por el sector agrario". "Producir alimentos es una actividad real que mantiene a los pueblos", recordó Blanco.En Ciudadanos, más de lo mismo...

Al igual que Podemos, desde Ciudadanos son conscientes de que su electorado es eminentemente urbano. Por eso, entre los objetivos prioritarios que se ha marcado el partido de Rivera está también el de mejorar su implantación en comunidades en las que el ámbito rural es protagonista y que cuentan con una población con una edad media superior a la nacional. El objetivo, según reconocen, será crecer a partir de ahora en áreas rurales y atraer a las clases trabajadoras, sin ceder en la esencia de su programa.

Ciudadanos, que se ha convertido en el partido revelación de la campaña por su exponencial ascenso, ha cosechado un importante éxito entre las clases medias urbanas y trabajadores formados, además de empresarios, autónomos e intelectuales. Así lo indican los datos del CIS, según los cuales, el votante/simpatizante de este partido se caracteriza principalmente por tener estudios universitarios y por situarse en una franja de edad entre los 25 y 54 años. Un votante de mediana edad nacido en democracia o poco antes. Según el perfil ocupacional, destacan los estudiantes, trabajadores semicualificados del sector servicios, profesionales y técnicos. En cambio, al igual que sucede con Podemos, el apoyo entre los agricultores es nulo.

Si atendemos al tamaño del municipio, Ciudadanos recoge sus mayores apoyos en las ciudades con una población superior a 400.000 habitantes y hasta un millón -Palma de Mallorca, Murcia, Málaga, Zaragoza, Sevilla y Valencia- , seguido muy de cerca por las que tienen más de un millón de habitantes - Barcelona y Madrid.

Al contrario de lo que sucede con Podemos, que ha optado por no presentarse a las elecciones municipales con marca propia-lo hará en agrupaciones de electores o partidos instrumentales- el partido de Rivera optará con sus siglas en 1.000 municipios. Un titánico esfuerzo de crecimiento que servirá también para medir el calado del partido emergente.

El secretario de Organización de Ciudadanos, Fran Hervías, asegura a La Información, asegura que desde la formación naranja no ha realizado una campaña específica para atraer votantes de determinado perfil. "Hemos presentado una campaña basada en nuestras propuestas y en nuestro proyecto de cambio en el ámbito municipal y autonómico para todos los ciudadanos", asegura el dirigente de Ciudadanos.

"Lo tradicional en la vieja política es mirar el número de votos, pero nosotros miramos en nuestro proyecto, ideales y valores y presentar al conjunto de la sociedad nuestras propuestas independientemente si el elector tiene 18 ó 75 años", asegura Hervías.

El secretario de Organización de Ciudadanos señala que la formación ha presentado listas en 970 localidades en toda España y sus candidatos están en todas las capitales de provincia, excepto en Ourense. En Castilla y León, Andalucía y Castilla-La Mancha la formación estará presente en localidades con menos de 1.000 habitantes.

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