Echávarri (OCDE): Es utópico pensar que no se produzcan errores en Fukushima

  • Marina Segura Ramos.

Marina Segura Ramos.

Madrid, 9 mar.- A punto de cumplirse el tercer aniversario del accidente de Fukushima, 3.000 empleados siguen enfrentándose a diario con la compleja situación de la planta, donde sería "utópico" pensar que no puedan producirse errores, teniendo en cuenta además la dificultad de trabajar en condiciones precarias por la radiación.

En ese sentido, afirma en una entrevista con EFEverde el director general de la Agencia de la Energía Nuclear de la OCDE, Luis Echávarri, "lo importante es que cuando hay algún fallo las acciones correctivas sean inmediatas. El efecto en la salud humana de estos fallos, circunscritos a la zona de la central, es inapreciable".

Durante los últimos meses se han sucedido fugas de agua contaminada, ha habido errores humanos y se han registrado averías de sistemas.

El 11 de marzo de 2011, tras el seísmo y posterior tsunami que devastaron el norte y este de Japón, se produjo el accidente nuclear de Fukushima, el peor desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.

Las emisiones radiactivas resultantes aún mantienen desplazadas a unas 50.000 personas que residían en torno a la planta, además de afectar gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local.

Una de las lecciones que extrae Echávarri del accidente es que ha reforzado la necesidad de tener un organismo de seguridad nuclear "realmente independiente, competente, y con autoridad suficiente para realizar su función".

En su momento, hubo en el país denuncias sobre complicidades y connivencia entre el organismo regulador nipón y las operadoras.

Actualmente, añade Echávarri, el entorno de la planta está "bastante desierto" y sigue restringido el acceso de los residentes a las zonas, algunas vetadas a la espera de que disminuya la radiactividad para empezar las labores de descontaminación.

Ya en la central, 3.000 personas se dedican a diario a la descontaminación de la instalación y a retirar los escombros del tsunami, así como al control del enfriamiento de los reactores accidentados.

Es necesario inyectar cada día 400 toneladas de agua, recogerla, filtrarla y depositarla en tanques de almacenamiento.

"La actividad es continua pero viene limitada por los diferentes niveles de radiación y por la limitación de tiempo de trabajo en esas circunstancias para cada trabajador", explica.

Una vez que los reactores están "bastante enfriados", el problema principal es el control de las aguas de diversos orígenes que al pasar por los reactores accidentados se contaminan y se filtran a través de las grietas en los edificios.

Por otro lado, el responsable de la Agencia Nuclear de la OCDE opina que la tragedia ha implicado "un cierto paréntesis en el desarrollo de nuevos reactores".

La construcción de reactores que había en ese momento (65), no se paró salvo dos en Japón, pero se ha esperado a conocer sus implicaciones en términos de seguridad para lanzar nuevos proyectos.

"Esta situación ha cambiado ya y empiezan a lanzarse más proyectos", añade Echávarri, en cuya opinión es "pronto para ver el impacto a medio y largo plazo del accidente, pero hay otras condiciones que afectan al desarrollo nuclear".

El factor más determinante, asegura al respecto, es la crisis económica, con un crecimiento de la demanda de electricidad muy débil especialmente en Europa. Aunque en Asia, "la energía nuclear esta volviendo a ser una energía de futuro".

En unos meses, la autoridad japonesa de regulación empezará a dar permisos gradualmente a una serie de reactores, "los que necesitan menos modificaciones y que están situados en zonas menos sísmicas y con menos probabilidades de tsunamis".

Japón, con todos los reactores nucleares parados y que suministraban el 30 % de la electricidad, ha tenido que aumentar a corto plazo sus importaciones sobre todo de gas y de petróleo.

A más largo plazo está desarrollando un "ambicioso" plan de energías renovables pero su aislamiento y su carencia de recursos energéticos naturales le lleva a necesitar la energía nuclear como un componente importante de la electricidad de base, la que tiene que estar siempre disponible.

Concluye que una de las lecciones más relevantes es que la Naturaleza puede crear sucesos más dañinos que lo que se pensaba, y "se ha visto que hay que estar siempre muy bien preparados para un accidente, por muy alta que sea la seguridad".

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