EEUU exige fin de la ocupación de un parque tras muerte de manifestante

  • Las autoridades de Estados Unidos exigieron este miércoles el fin de "la ocupación ilegal" de un parque nacional de Oregón, un día después de que un choque entre policías y manifestantes antigubernamentales dejara un muerto y ocho detenidos.

"Ha llegado el momento de que todo el mundo que participa en esta ocupación ilegal se vaya", dijo el sheriff del condado de Harvey, Dave Ward, durante una rueda de prensa celebrada en la localidad de Burns, cerca de la reserva natural Malheur (oeste del país).

"No tiene que haber un derramamiento de sangre en nuestra comunidad", aseguró.

La protesta que mantiene desde el 2 de enero una milicia armada, por la gestión del gobierno de las tierras federales, se convirtió en tragedia la tarde del martes.

Uno de los manifestantes falleció cuando iba a ser detenido, después de que varios compañeros se enfrentaran a agentes en un control policial instalado en una carretera.

El FBI y las autoridades locales montaron un operativo al saber que algunos miembros se dirigirían en coche a una reunión de vecinos.

El incidente terminó con cinco personas arrestadas, entre ellas Ammon Bundy, líder de la ocupación e hijo de Cliven Bundy, un conocido activista antigubernamental que organizó una movilización similar en 2014.

Otras dos fueron detenidas posteriormente en Burns y una octava se entregó en el estado de Arizona (oeste).

"Estoy decepcionado de que el control de ayer (martes), que debía llevarnos a un final pacífico, terminara tan mal", reconoció el sheriff con voz grave.

"No tendría que haber ocurrido. Todos tomamos decisiones en la vida. A veces, nuestras decisiones acaban mal", agregó.

El acceso al parque está ahora cerrado, pero las personas que siguen dentro pueden abandonarlo cuando quieran, aunque deberán identificarse antes.

"Seguiremos buscando métodos seguros y pacíficos para poner fin a esto pacíficamente", aseguró de su lado el agente especial del FBI, Greg Bretzing.

El problema en la reserva natural de Malheur estalló a principios de año, cuando rancheros y exmilitares de distintos estados formaron una pequeña milicia en apoyo a dos granjeros, sentenciados a cinco años por provocar varios incendios en tierras que el gobierno les cedía.

Ambos se distanciaron de la protesta y se entregaron a las instituciones penitenciarias de California para cumplir su pena.

Pero los manifestantes siguieron con el objetivo de que el gobierno entregue a los ciudadanos las inmensas tierras federales que tiene, principalmente al oeste del país, un gesto que reclaman desde hace décadas.

Los rancheros denuncian que las nuevas leyes para proteger el ecosistema entorpecen su profesión, en tanto defienden tener un derecho inalienable para que sus animales pasten los terrenos del estado.

Las autoridades han intentado negociar repetidamente con ellos para que abandonen el parque nacional, pero ninguna conversación ha dado resultado.

La gobernadora Kate Brown reiteró a los ciudadanos de Oregón su total compromiso para alcanzar una salida.

"Estoy haciendo todo lo que está en mi poder para restablecer la normalidad en el condado de Harney", escribió en su cuenta de Twitter poco después de la rueda de prensa.

"Conozco vuestras preocupaciones sobre seguridad y posibles daños a tierras tribales", afirmó.

Brown envió hace unos días una carta a la secretaria de Justicia, Loretta Lynch, y al director del FBI, James Comey, con la esperanza de llamar también la atención del presidente, Barack Obama.

En ella denunció la presencia de "criminales armados que intimidan a los vecinos del condado de Harney (...) y buscan la confrontación".

"Las negociaciones no han llegado a nada", apuntó.

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