EEUU refuerza bases militares mientras surgen más datos sobre autor de ataque

  • El Gobierno de EE.UU. prometió hoy cerrar todas las brechas de seguridad en las instalaciones militares del país, mientras surgen más detalles sobre el tiroteo del lunes en Washington y el trastorno mental de su supuesto autor, Aaron Alexis.

Lucía Leal

Washington, 18 sep.- El Gobierno de EE.UU. prometió hoy cerrar todas las brechas de seguridad en las instalaciones militares del país, mientras surgen más detalles sobre el tiroteo del lunes en Washington y el trastorno mental de su supuesto autor, Aaron Alexis.

El secretario de Defensa, Chuck Hagel, ordenó una revisión de los procedimientos de seguridad en las instalaciones militares de todo el país con el fin de "cerrar todas las brechas" que haya en el sistema y evitar que vuelva a repetirse una masacre como la de este lunes en una sede de la Marina en Washington, que dejó 13 muertos.

"Donde haya lagunas, las cerraremos. Cuando existan insuficiencias, nos encargaremos de ellas. Y donde haya fallos, los corregiremos", sentenció Hagel, que ha encargado para ello una investigación del Pentágono y otra independiente.

La alarma sobre la seguridad en las instalaciones militares ha saltado debido a que Alexis, exreservista de la Marina y presunto autor de los hechos, no fue despojado de su autorización de seguridad para entrar al edificio militar pese a que estaba siendo sometido a tratamiento de salud mental desde agosto.

La investigación encargada por Hagel se suma a la ordenada el martes por el presidente de EE.UU., Barack Obama, para revisar los estándares de seguridad que se aplican a contratistas y empleados de todas las agencias federales.

Al mismo tiempo, el país va conociendo más detalles sobre Alexis, fallecido en un tiroteo con la policía durante el ataque, sin que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) haya determinado por ahora los motivos que le llevaron a emprender la matanza.

El Departamento de Asuntos de Veteranos, que trató a Alexis en agosto, envió hoy a varios comités del Congreso un documento en el que revela que el supuesto atacante buscaba tratamiento por insomnio, que aseguraba no estar deprimido y que no tenía pensamientos de herirse a sí mismo o a otros.

En las dos ocasiones en que Alexis acudió a tratarse, el 23 de agosto en Providence (Rhode Island) y el 28 de agosto en Washington, "se encontraba alerta y orientado, y cuando los doctores le preguntaron si tenía ansiedad o depresión, o tenía pensamientos de herirse a sí mismo o a otros, lo negó", indica el documento, obtenido por el diario The Washington Post.

Esa información se suma a la de otras fuentes anónimas oficiales que confirmaron el martes que Alexis tenía un historial de enfermedad mental y decía a la gente que escuchaba "voces".

Su padre aseguró a la policía en 2010 que Alexis padecía un trastorno de estrés postraumático (PTSD) a raíz de su participación en las tareas de rescate en los ataques contra las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, si bien las autoridades no lo han confirmado.

Fuentes policiales revelaron hoy al Washington Post que Alexis grabó dos frases extrañas en la culata de la escopeta que usó en el tiroteo: "Es mejor de esta manera" y "Mi arma ELF", que las autoridades aún no han descifrado.

En paralelo, comienza a estar más clara la cronología del suceso, que duró más de una hora desde la entrada de Alexis a las instalaciones navales hasta la muerte del atacante tras un enfrentamiento de más de media hora con la policía.

Sobre las 8:15 de la mañana (12:15 GMT), Alexis entró en el edificio de la Armada con una mochila a la espalda y utilizando su pase autorizado, y se dirigió a un cuarto de baño en el cuarto piso, del que emergió con una escopeta, de acuerdo con una reconstrucción de los hechos publicada hoy por el Post.

A continuación, comenzó a disparar su escopeta en el cuarto piso, del que bajó al tercero y al bajo. A las 8:23, la policía de Washington recibió un informe de disparos en el edificio y seis minutos más tarde, un equipo de cuatro personas armado con rifles de asalto entró en el complejo para detener al atacante.

Minutos después, Alexis mató a un guardia de seguridad en la entrada del edificio y le arrebató su pistola de 9 milímetros, tras lo que abandonó la escopeta y siguió disparando con esa nueva arma.

Perseguido por los policías, el atacante huyó al tercer piso, donde presuntamente mató a un agente de policía; hasta que, hacia las 9:20 de la mañana, otro policía disparó a Alexis fatalmente en la cabeza.

"Fue un enfrentamiento a tiros muy violento", dijo al Post el capitán de la Marina Christopher Mercer, que se encontraba en el edificio. "Había balas volando a través de mi oficina, sobre nuestras cabezas, durante minutos. Finalmente, escuché: 'Tirador abatido'", explicó.

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