Turquía había pedido ayuda a sus aliados de la OTAN después de que unos bombardeos mataran a varios habitantes en su frontera con Siria, en octubre de 2013.
El mandato de dos años de la OTAN concluye a finales de octubre y no será renovado, anunció Washington, que dijo estar preparado para volver a desplegar sus medios y su personal en Turquía en apenas una semana, si fuera necesario.
Los equipos militares "serán repatriados a Estados Unidos" donde serán modernizados para poder "seguir bloqueando las amenazas y protegiendo a los aliados y los socios, incluida Turquía", precisa el comunicado.
Además de Estados Unidos, Holanda y Alemania también desplegaron en 2013 baterías de misiles Patriot, utilizados para detectar y destruir los misiles en el espacio aéreo.
La OTAN ya había instalado estos misiles en Turquía en 1991, durante la guerra del Golfo y en 2003, durante el conflicto en Irak.
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