Ejército sirio mata al líder del principal grupo rebelde de Damasco

  • La dirección del principal movimiento rebelde de Damasco fue diezmada el viernes por un bombardeo del ejército sirio que mató a su líder, infligiendo un duro golpe a la insurrección y a las negociaciones de paz que debían comenzar en enero.

Zahran Allush era el jefe de Jaish al-Islam (Ejército del Islam), el grupo rebelde más poderoso en la región Damasco.

Se trata de "una de las pérdidas más significativas" para la oposición siria, aseguró en Twitter el experto en grupos rebeldes de Siria Charles Lister.

Apoyado por Riad, Jaish al-Islam controla la mayor parte de la periferia este de la capital, bombardeada regularmente por las fuerzas gubernamentales y la aviación rusa.

"Zahran Allush, jefe de Jaish al-Islam, y cinco dirigentes más (del grupo) murieron" en bombardeos aéreos cerca de Damasco, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Allush "murió en un ataque contra la localidad de Al Marj, en Ghuta oriental, junto a comandantes de Jaish al-Islam", dijo a la AFP uno de los responsables del movimiento. "Tres aviones dispararon contra una reunión secreta" del comando, precisó.

En una declaración televisada, un portavoz del ejército indicó que las fuerzas del régimen habían llevado a cabo bombardeos y mostraron vídeos del ataque.

Un responsable de seguridad explicó a la AFP que los ataques provenían de dos aviones sirios con misiles suministrados por Moscú. La reunión, según esta fuente, tenía por objetivo reorganizar las fuerzas militares tras la toma de la localidad de Marj al-Sultan.

Varias decenas de dirigentes y guardaespaldas fueron abatidos, entre ellos 12 de Jaish al-Islam y siete de Ahrar al-Sham, otro destacado grupo rebelde, añadió.

Generalmente vestido de faena y portando una barba negra, Zahran Allush, de 44 años e hijo de un predicador salafista que vive en Arabia Saudita, había sido detenido por el régimen en 2009 y liberado en junio de 2011 en el marco de una amnistía general, tres meses después del inicio del conflicto que ya ha dejado más de 250.000 muertos.

El movimiento que dirigía, Jaish al-Islam, de inspiración salafista, es profundamente antialauita (confesión del presidente Bashar al Asad). Aunque en principio se mostró partidario de la implantación de un Estado islámico, recientemente había adoptado una retórica más moderada.

Hostil a la organización EI, el grupo ejecutó en julio a una veintena de yihadistas imitando la puesta en escena macabra de sus adversarios, en noviembre, utilizó a civiles alauitas y a soldados del régimen como escudos humanos para evitar los bombardeos del régimen.

La muerte de su líder llega poco después de que el ejército sirio, que desde el 30 de septiembre cuenta con el apoyo de los bombardeos rusos, anunciara una gran ofensiva para retomar el control de esta región rebelde.

Jaish al-Islam había acudido a una reunión de los principales grupos de la oposición en Arabia Saudita a principios de diciembre, en la que los participantes anunciaron su acuerdo para iniciar conversaciones con Damasco con la condición de la salida de Al Asad del poder.

Para finales de enero estaba previsto un encuentro en Ginebra y el régimen había expresado su intención de participar, a la espera de saber qué facciones rebeldes asistirían.

Para el experto Aron Lund, la muerte de Allush "podría afectar al proceso de paz, desestabilizando a Jaish al-Islam y debilitándolo".

"Las negociaciones necesitaban una implicación por parte de extremistas como Zahran Allush para que fueran creíbles", añadió, precisando que "en el seno de la rebelión siria, Allush era uno de los pocos que había logrado centralizar (el poder)".

El golpe asestado a Jaish al-Islam se produce en víspera de la puesta en marcha de un acuerdo inédito que preveía la evacuación el sábado de unas 4.000 personas de tres barrios al sur de Damasco, entre ellos, yihadistas del EI, del frente Al-Nosra y de civiles, señalaron fuentes de la negociación.

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