El anunciado pacto de Gobierno en Israel se complica en el último momento

  • La firma en Israel del pacto de Gobierno alcanzado entre cuatro partidos de centro y derecha se ha torcido hoy por divergencias de última hora que no parecen, sin embargo, poner en peligro su presentación antes de concluya el sábado el plazo improrrogable para hacerlo.

Antonio Pita

Jerusalén, 14 mar.- La firma en Israel del pacto de Gobierno alcanzado entre cuatro partidos de centro y derecha se ha torcido hoy por divergencias de última hora que no parecen, sin embargo, poner en peligro su presentación antes de concluya el sábado el plazo improrrogable para hacerlo.

Anoche, a apenas tres días de la fecha tope para exponer el pacto al presidente, Simón Peres, la alianza de dos partidos derechistas que lidera el jefe del Ejecutivo, Benjamín Netanyahu, Likud Beitenu; la formación ultraderechista Habait Hayehudí y la centrista Yesh Atid desvelaron en Jerusalén su "fumata blanca" particular, como titulaba hoy en portada el diario "Yediot Aharonot".

Sin embargo, los representantes de Habait Hayehudí no acudieron a la reunión prevista a las 14.00 horas locales (12.00 GMT) para rubricar el texto, tras conocer que Netanyahu no tiene intención de nombrar viceprimeros ministros a los líderes de Habait Hayehudí, Naftali Benet, y Yesh Atid, Yair Lapid.

Habait Hayehudí, que representa al movimiento colono y al público ultranacionalista, argumenta que se trata de una vulneración del acuerdo alcanzado tras siete semanas de arduas negociaciones.

Por el contrario, un miembro del equipo negociador del Likud, Moshe Leon, dejó hoy claro en declaraciones a la radio pública israelí que no habrá viceprimeros ministros.

Algunos medios locales, como la radio militar o la edición digital del diario "Maariv", atribuyen el retraso a un veto de última hora de Sara Netanyahu, la influyente esposa del jefe del Ejecutivo.

Sara Netanyahu, a la que prensa local ha atribuido la salida de Benet la pasada década del equipo asesor de su marido, rechaza ahora que Benet y Lapid reciban el -más simbólico que ejecutivo- puesto de viceprimer ministro, apuntan los medios citando a "fuentes de Likud Beitenu", la alianza entre el derechista Likud y el ultranacionalista Israel Beitenu que encabeza Netanyahu.

La portavoz del Likud, Noga Katz, aseguró a Efe que la acusación "carece de fundamento".

Sin ponerla claramente en peligro, el desacuerdo lanza algunos interrogantes sobre la materialización del primer Gobierno sin representantes del judaísmo ultraortodoxo desde nada menos que 1977, a excepción de un breve lapso de tiempo (2003-2005) en la segunda legislatura de Ariel Sharón.

Y lo hace cuando más apremia el tiempo: las partes tienen que resolver el nuevo obstáculo negociador, firmar el acuerdo y presentárselo a Peres antes del sábado, algo que no harán durante el "shabat", que comienza el viernes al atardecer y termina el sábado al salir las tres primeras estrellas, lo que limita aún más el margen.

De salir adelante, el Ejecutivo estará formado por Likud Beitenu, Habait Hayehudí y los partidos de centro y centro-derecha Yesh Atid, Kadima y Hatnuá, que suman 70 de los 120 escaños de la Knesset.

Fuentes de Yesh Atid aseguran que el acuerdo de coalición contempla muchas de sus demandas, como reducir el tamaño del gabinete, elaborar una ley para incorporar a los ultraortodoxos al mundo laboral y al Ejército y aprobar sin demora los presupuestos.

También incluye la incorporación de materias escolares del currículum básico en las escuelas más religiosas, que hasta ahora no incluían asignaturas como matemáticas o inglés.

El pacto contiene asimismo el "regreso inmediato" a las negociaciones de paz con los palestinos, afirmó a Efe Tomer Cohen, portavoz de Yesh Atid.

El Parlamento deberá además votar en breve normas sobre el sistema de gobierno, como una polémica propuesta de aumentar del 2 al 4 por ciento el umbral mínimo de votos para entrar en la Kneset y que, de haber sido aplicado en las elecciones del pasado enero, habría dejado fuera del Parlamento a todos los partidos árabes.

El nuevo Gobierno tendrá 21 ministros, frente a los 29 actuales: Likud tendrá siete carteras, Yesh Atid cinco, Israel Beitenu cuatro, Habait Hayehudí tres y Hatnuá dos.

Por el momento y hasta que se aclare el proceso judicial que llevó a Lieberman a dimitir como ministro de Exteriores, Netanyahu ostentará esa cartera.

Lapid será titular de Finanzas, Benet de Economía y Comercio y Livni de Justicia.

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