El BNG llama a la rebelión social ante un "golpe de estado" contra la democracia

Santiago de Compostela.- El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, hizo hoy un llamamiento de la "rebelión social" ante las medidas del Gobierno frente a la crisis, que consideró un "auténtico golpe de Estado contra la democracia y el modelo de bienestar europeo, se mire como se mire".

Vázquez dijo en conferencia de prensa que las soluciones, "viejas e inservibles" que está adoptando el Gobierno llevarán a una situación "nunca vista en cien años".

Para el portavoz del Bloque, "los capitales trasnacionales y los especuladores están convirtiendo la democracia en papel mojado", por lo que llamó a la "rebelión social", ya que la pasividad, la desesperanza y la división social no impedirán que la sociedad regresa a la situación de principios del siglo pasado en lo social y lo económico.

Tras resaltar que se trata de medidas "dictadas por los especuladores" y que los Gobiernos adoptan como "meros títeres", el dirigente nacionalista rechazó "cosas tan esotéricas" como la privatización de las cajas, "gran problema financiero mundial", ironizó.

También rechazó el abaratamiento del despido, acabar con la negociación colectiva y desvincular los salarios a la inflación y el aumento de los impuestos que se pretende.

Guillerme Vázquez insistió en su rechazo a las propuestas del "liberalismo extremista", porque la solución tiene que venir de un cambio de modelo, a lo que opinó que se oponen tanto el PP como el PSOE.

El problema -dijo- no es de "cambiar al entrenador", sino que consideró necesario cambiar el sistema de juego.

Sobre la prohibición a los Ayuntamientos de acceso al crédito, recordó que se trata de instituciones que funcionan con una financiación "injusta e insuficiente" y, en el caso de los gallegos, sin tener en cuenta factores como la dispersión, el envejecimiento y el coste de los servicios que prestan.

En este sentido, recordó que el conjunto de los municipios españoles tiene una deuda de 28.779 millones de euros, de los que sólo uno, Madrid, representa el 23,5 %, con 6.672 millones, y resaltó que la medida se adopta con carácter general, sin tener en cuenta la situación y capacidad de endeudamiento de cada uno.

Entre las alternativas, planteó la reducción del gasto militar, cuando el Ministerio de Defensa tiene una deuda de 27.000 millones, similar a la del conjunto de los Ayuntamientos; o el coste que suponen las diputaciones, y siempre en la línea de reducir el gasto improductivo, no el productivo y social, "en vez de obsesionarse con la reducción del déficit".