El capitán chino liberado por Japón dice que volverá a faenar en las disputadas islas

  • Pekín.- El capitán del pesquero chino Zhan Qixiong, cuya detención por las autoridades japonesas causó este mes un serio conflicto entre China y Japón, dijo a su llegada a China tras ser liberado, que volverá a faenar en las disputadas islas Diayu-Senkaku, informó hoy el diario "South China Morning Post".

El capitán chino liberado por Japón dice que volverá a faenar en las disputadas islas
El capitán chino liberado por Japón dice que volverá a faenar en las disputadas islas

Pekín.- El capitán del pesquero chino Zhan Qixiong, cuya detención por las autoridades japonesas causó este mes un serio conflicto entre China y Japón, dijo a su llegada a China tras ser liberado, que volverá a faenar en las disputadas islas Diayu-Senkaku, informó hoy el diario "South China Morning Post".

A su llegada ayer sábado a suelo chino Zhan se mostró desafiante y no tuvo reparos en señalar que regresaría a las aguas donde fue detenido el pasado 8 de septiembre por las autoridades niponas, después de que su barco chocara con dos guardacostas de ese país.

"No me asusto fácilmente, y apoyo la posición del Gobierno chino porque las Islas Dioayu son parte de China. Volveré allí pronto a pescar, la ley me ampara y es el Gobierno japonés el que ha violado la ley al detenerme", manifestó a la televisión estatal china.

El asistente del ministro de Asuntos Exteriores chino Hu Zhengyue y el subgobernador de la provincia costera de Fujian (sureste de China), Hong Jiexu, recibieron al marinero, según detalló el diario hongkonés.

La detención del marinero se ha convertido en un símbolo de la disputa territorial que China y Japón mantienen en torno a las islas Diaoyu-Senkaku, con importantes reservas de gas natural y petróleo en sus cercanías.

La liberación no ha apaciguado al Gobierno chino, que ha insistido en la ilegalidad de la detención de Zhan y el resto de la tripulación (que fue puesta en libertad la semana pasada) y exige a Tokio una disculpa oficial y una compensación, aunque el Ejecutivo nipón lo ha rechazado tajantemente.

Al mismo tiempo, la prensa japonesa ha criticado duramente a su Gobierno por la debilidad mostrada al haber cedido ante las presiones y amenazas de China al optar por la liberación no por razones legales sino "teniendo en cuenta el futuro de las relaciones chino-japonesas".

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