El colectivo de presos de ETA cambia de nombre para suplantar a Herrira

    • Mantendrá el discurso oficial, que apuesta por las salidas individuales de presos, comprometiéndose a apoyar un nuevo escenario renunciando a los métodos del pasado.
    • El nuevo colectivo llevará el nombre de Sarea, La Red en euskera, y nace en paralelo a Amnistia eta Askatasuna, que insta a una amnistía total de presos.

Batasuna, Eukal Herritarrok (EH), Herri Batasuna (HB), Autodeterminaziorako Bilgunea (AuB), Aukera Guztiak (AG), Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB), Herritarren Zerrenda (HZ).... y así hasta un veintena de marcas en apenas dos décadas. La izquierda abertzale está acostumbrada a renunciar a su imagen y a sus nombres para eludir la Justicia, la Ley de Partidos y las detenciones.

Los últimos que se han mostrado dispuestos a cambiar su identidad corporativa ha sido el colectivo de presos, que llevaba integrado desde hace más de dos años bajo el nombre de Herrira.

Tras la detención de 18 integrantes de esta plataforma en septiembre de 2013, el colectivo había perdido fuelle y se había producido, en un tiempo récord, un cambio claro de discurso, con unas demandas más realistas, alejadas del maximalismo de los primeros tiempos.

El colectivo, respaldado por Sortu, anunciará el próximo mes de junio una refundación, que lleva implícita el cambio de nombre. Su nueva denominación, según El Informador, será Sarea (La Red). Sarea pretende ser una gran red ciudadana que trabajará para conseguir el regreso a casa de los reclusos, un asunto que según los sectores más críticos ha queda relegado a un segundo plano.

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Herrira lleva desde hace 20 meses ilegalizada de facto, con sus cuentas bancarias bloqueadas y sin actividad permitida en la red. El colectivo de presos vinculado a Sortu asegura que contribuiría a que no se entorpezca el proceso de paz y se ha comprometido a apoyar un nuevo escenario renunciando a los métodos utilizados en el pasado.

Su renacimiento discurre en paralelos a la aparición de una nueva asociación de presos, que adelantó La Información, más radicalizada y afín a Ibil (Caminar), una organización liderada por un profesor etarra huido partidario de seguir con la violencia.

El colectivo más extremista de presos, Amnistia eta Askatasuna, ha criticado la desmovilización y la pérdida de discurso con respecto a los "represaliados políticos y luchadores" de los sectores que apoyan la línea oficial, además de las salidas individuales de presos defendida desde el colectivo.

Exige el honor y la dignidad de todos los presos y que para salir de la cárcel no se tengan en cuenta las condenas "impuestas desde los tribunales de guerra español y francés".

Deja claro que la paz se "encuentra secuestrada en las cárceles" y pretende ganar apoyos en la calle para recuperar la ilusión perdida, concluyen reivindicando un objetivo maximalista: "La amnistía como la superación de todas las causas que origina el conflicto entre Euskal Herria y los Estados español y francés". Unas pretensiones utópicas sin reactivar la lucha armada.

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